Nuestro país está viviendo un momento, como casi siempre, de anormalidad. Nos vamos por las ramas, haciendo bueno el dicho “El árbol nos impide la visión del bosque”.
Juan Carlos I, Rey de España Foto: Chesi – Fotos CCLos problemas de la Corona, mejor dicho, de una de las Infantas, nos llevan a poner en duda toda la estabilidad que hemos tenido como país durante 40 años, en una España salida de la Dictadura y que creyó en su momento, el 78, que una Monarquía Parlamentaria mantendría la unidad de todos los españoles, algo cuya fragilidad se comprobó durante el 23F y en la actualidad, ya que varias veces voces de Generales se han alzado como respuesta a las ansias del separatismo catalán.
El dicho de las dos Españas, está presente, por desgracia, y los buenos políticos deberían dejar actuar a la Justicia, dicho sea de pasada. Creo necesario que la Justicia sea separada totalmente de la Política, que sea un poder independiente, sin que ningún Partido en el Gobierno imponga sus candidatos, y así pueda preocuparse más de la realidad que nos rodea que de hacer juicios de intenciones que, en estos momentos, no llevan a ningún sitio.
Por otro lado, al menos yo, no puedo obviar que hay un Presidente de República, el de la Democrática Popular de Corea del Norte, heredero de su padre, muerto de viejo, sin que nadie lo eligiera,y que a la edad de 20 años juega a las batallitas y amenaza al mundo con bombas atómicas, algo de lo que los españoles deberíamos preocuparnos mucho más que de lo que le pueda pasar a un yerno de Rey que no ha sabido valorar cuál es su sitio y está en manos de la Justicia, que resolverá.
Además de preocuparse por una España que está pasando por los peores momentos de su historia reciente, debido a una gestión política a mi entender equivocada, que nos lleva a la ruina.
