Si yo fuera alguien, que no soy nadie, me pondría de acuerdo con mis colegas de profesión, que también serían alguien, y firmaríamos un manifiesto, que ahora se ha puesto de moda, en el que hablaríamos de nuestras cosas, de nuestras inquietudes y de nuestras propuestas.
Pero como no soy nadie, y ya lo he dicho, me limito a hablar de los manifiestos de otros, que son muy interesantes, algunos, y ofrecen perspectivas que merecen la pena ser analizadas.
El debate está servido. Por un lado tenemos el manifiesto de los 700 y por otro el manifiesto de los 100, unos defendiendo la flexibilización externa, los segundos, y otros la interna, los primeros, aunque con más puntos de encuentro que de desencuentro.
Leídos los manifiestos, escuchados los debates radiofónicos y leídos las comparativas hechas por ellos mismos, la conclusión es diáfana: ambos manifiestos coinciden en la mayoría de aspectos técnicos.
Ambos defienden que la dualidad del mercado laboral español es nocivo para la creación de empleo y la estabilidad de los puestos de trabajo, por lo que su desaparición no es un deseo, sino una necesidad.
Su punto de desencuentro radica en la forma de afrontar la reforma laboral que permita la desaparición de la temporalidad y el establecimiento de una indemnización por despido media para los trabajadores indefinidos, aunque es un problema de forma más que de fondo.
Leyendo entrelíneas se observa que ambos coinciden en la necesidad de una indemnización por despido creciente, de forma que a mayor tiempo en la empresa mayor indemnización, bajo la hipótesis de que un trabajador gana en productividad a medida que su tiempo en la empresa se incrementa.
Un análisis más exhaustivo nos llevaría a mayores puntos de desencuentro, pero nada que no se pueda superar con un debate constructivo, con ganas de sumar y no de restar.
Por tanto, los técnicos coinciden en casi todo, y son los políticos los que están polarizando el debate, llevándolo al terreno electoral, frivolizándolo con despido libre sí, despido libre no, sin entrar a debatir la verdadera esencia de la reforma laboral que este país necesita.