BOGOR, Indonesia; _El hecho de que los árboles jueguen un papel crítico en el abastecimiento de agua limpia es un tema que todavía no ha sido totalmente entendido en muchas ciudades del mundo. No es el caso de la ciudad de Nueva York, donde se está protegiendo activamente un bosque situado a100 millasdebido al papel que sus árboles juegan en el abastecimiento de agua limpia a la Gran Manzana.
El papel sorprendente de los bosques en el suministro de agua limpia a una de las ciudades más densamente pobladas del planeta, nos recuerda que los bosques también merecen un reconocimiento por su papel vital para obtener agua y alimentos de manera sostenible cuando celebramos el Día Mundial de Agua, que este año tuvo como tema ‘seguridad del agua y los alimentos’.
El agua es uno de los siete temas críticos a ser tratados en Río+20, y el vínculo entre agua y seguridad alimentaria se establece inmediatamente en la página Web de la campaña: “La escasez de agua, la mala calidad del agua y el saneamiento inadecuado, afectan negativamente a la seguridad alimentaria, a las opciones de medios de subsistencia y a las oportunidades de educación de familias pobres alrededor del mundo.”
Lo que no se menciona en la página Web de Río+20 es el rol vital que desempeñan los bosques en la disponibilidad de agua, la calidad del agua, la regulación del clima y la seguridad alimentaria, todos ellos destacados en recientes investigaciones hechas por CIFOR y otras entidades.
Los bosques ayudan a retener el suelo y son base que sostiene a la agricultura. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura (FAO), ocho por ciento de los bosques del mundo juegan un papel principal en la conservación del suelo y el agua. Las cuencas boscosas proporcionan una fuente vital de agua limpia para el uso humano: un estimado de 75% de agua utilizable a nivel mundial.
“Los bosques brindan una gama de servicios a las cuencas, tales como la protección de la calidad del agua, la reducción de flujos durante las tormentas, la recarga de los acuíferos y la conservación del flujo del agua durante temporadas secas”, dijo Bruno Locatelli, científico de CIFOR y CIRAD.
“Estos servicios son esenciales para muchos de nosotros: por ejemplo, la conservación de los flujos en temporada seca es esencial para el abastecimiento de agua potable, para la agricultura, navegación, energía hidroeléctrica, agua dulce para la fauna, o para la recreación. La reducción del flujo de las tormentas beneficia a las viviendas, la infraestructura o la agricultura en áreas propensas a inundaciones.”
Los bosques incluso pueden ayudar a atraer las lluvias. Si bien existen muchas incertidumbres alrededor de los vínculos entre deforestación y la disminución de lluvias, investigación reciente (tratada igualmente por los científicos de CIFOR Daniel Murdiyarso y Douglas Sheil en su trabajo del 2009) sugiere que la cubierta forestal juega un rol mucho mayor en la determinación de las lluvias que lo reconocido anteriormente por los climatólogos.
De acuerdo con Locatelli, estos servicios hidrológicos son particularmente cruciales para las comunidades rurales en el trópico, donde los medios de subsistencia dependen directamente de las lluvias estacionales y los flujos de los ríos, por ejemplo para agricultura, pesca o transporte.
Y los servicios hidrológicos de los bosques son igualmente importantes para las poblaciones urbanas. De acuerdo con un informe publicado por World Wildlife Fund en 2003, alrededor de un tercio (33 de 105) de las ciudades más grandes del mundo recibe una cantidad importante de su agua potable de áreas forestales protegidas. Ocho ciudades más obtienen el agua de los bosques que son gestionados en una forma que prioriza sus funciones en el suministro de agua.
Una de las principales funciones que brindan los bosques es mejorar la calidad del agua. La contaminación del agua es causa principal de la disminución de su disponibilidad y puede tener serios impactos sobre el medio ambiente y la salud humana, en particular en los países en desarrollo, donde 70 por ciento de desechos industriales son bombeados, sin haber sido tratados, al sistema de agua – sin mencionar los dos millones de toneladas de aguas residuales y otros afluentes que se drenan a las aguas del mundo todos los días.
Los científicos se refieren a los humedales como ‘los riñones del mundo’ porque purifican y disminuyen la velocidad del flujo de agua hacia el mar, ayudando a controlar inundaciones y la contaminación del agua. Pero nuestro mundo está experimentando insuficiencia renal – de acuerdo con UN Water, la mitad de los humedales del mundo se han perdido desde 1900. Cuando los bosques alrededor de lagos y cuerpos de agua permanecen intactos, actúan como un sistema de filtrado, reduciendo la cantidad de sedimento, químicos agrícolas y pesticidas en la capa freática.
Aparte de ser los riñones del mundo, los bosques son llamados frecuentemente ‘los pulmones del mundo’ porque toman carbono de la atmósfera para producir oxígeno, y es esta función la que ha atraído creciente atención en años recientes cuando el mundo enfrenta el desafío del cambio climático.
Los bosques son fundamentales para los esfuerzos de ayuda a las comunidades y a la agricultura para enfrentar las sequías e inundaciones más frecuentes que se presentan con un clima cada vez más variable.
Si bien el papel de los bosques en la mitigación de inundaciones a gran escala está todavía bajo debate, un estudio de CIFOR y FAO ha mostrado que los bosques mitigan inundaciones pequeñas y locales, y parecen desacelerar el flujo de agua en inundaciones mayores a medida que corre aguas abajo.
Los bosques también pueden actuar como ‘suministros de emergencia’ en situaciones de desastres. Por ejemplo cuando comunidades rurales en Indonesia fueron recientemente devastadas por una inundación catastrófica y repentina, un estudio de CIFOR encontró que los bosques cercanos ayudaron a proporcionar a las comunidades vulnerables la subsistencia básica durante muchos meses después del desastre. Y también brindan una función similar durante las sequías.
Pero no es solamente en tiempos de crisis que las personas dependen de los bosques – más de mil millones de las personas más pobres del mundo viven en áreas de bosques o cerca de ellas y dependen de los recursos que les proporcionan. Las frutas y verduras de los bosques proporcionan muchos de los micronutrientes que mantienen alimentadas y saludables a las comunidades rurales. La carne obtenida de los bosques es una fuente importante de proteínas para las personas que dependen de los bosques (por ejemplo, muchas comunidades rurales en la Cuenca del Congo dependen de la carne de animales silvestres para obtener hasta 80 por ciento de las grasas y proteínas incluidas en su alimentación). Las comunidades incluso usan a los bosques como su botiquín de medicinas.
En pocas palabras, habiendo examinado solamente los aspectos superficiales de todas las formas en que los bosques benefician al agua y la seguridad alimentaria, el suministro futuro de alimentos y agua no se puede asegurar sin los bosques.
Pero incluso cuando la demanda de alimentos y agua está aumentando, las tierras forestales restantes están desapareciendo – debido al cambio de uso de la tierra, el cambio climático, las epidemias o enfermedades causadas por insectos e incendios más frecuentes – afectando la vitalidad de los ecosistemas y comprometiendo su función hidrológica de amortiguamiento.
Para conservar los servicios esenciales y las funciones de red de seguridad que brindan los bosques a los medios de subsistencia de las comunidades locales, y para conservar los servicios que los bosques ofrecen y de los que el mundo tal vez no se ha enterado todavía, se tiene que mantener a los bosques en la agenda mundial en eventos como Río+20.
“Es correcto evitar considerar a los bosques como una panacea para todos los problemas relacionados con el agua, pero tampoco podemos olvidar el hecho de que la gestión y conservación de los bosques son esenciales para la gestión del agua”, dijo Locatelli.
March 28, 2012 Escrito por: Karin Holzknecht
cifor.org