Un equipo de farmacéuticos de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha comprobado que los niveles de vitamina C de muchos zumos y refrescos son muy superiores a lo indicado por los fabricantes en las etiquetas. El hallazgo ha sido posible gracias a una nueva técnica desarrollada por los investigadores para determinar el contenido de vitamina C en este tipo de bebidas.
El ácido ascórbico o vitamina C es un antioxidante natural de las frutas y verduras, pero la Comisión Europea permite su uso como aditivo en zumos, mermeladas, productos lácteos y otros alimentos. La implicación de esta sustancia en la respuesta inmune y en otros procesos bioquÃmicos, como la formación de colágeno o la absorción de hierro, es bien conocida. Sin embargo, los niveles altos de ácido ascórbico pueden causar diarrea y molestias gastrointestinales, por lo que los cientÃficos tratan de determinar cada vez con mayor exactitud el contenido en vitamina C de los alimentos.
Ahora, un grupo de investigadores de la Facultad de Farmacia de la USC ha desarrollado una nueva técnica cromatográfica (se usan para separar e identificar los elementos quÃmicos) destinada a medir con precisión el ácido ascórbico en zumos y bebidas refrescantes. Al aplicar este método se ha encontrado que las cantidades de vitamina C descritas en las etiquetas de muchas bebidas no son reales. En una muestra de 17 zumos de frutas, refrescos y bebidas isotónicas, sólo dos se ajustan a lo indicado en la botella.
“El resto de bebidas presentan niveles mucho más elevados que los especificados por el fabricante, porque seguramente -como ya señala algún estudio anterior-, la etiqueta muestra sólo la cantidad de ácido ascórbico añadido sin tener en cuenta el contenido natural de vitamina C de la frutaâ€, explica a SINC Ana RodrÃguez Bernaldo de Quirós, miembro del equipo que ha desarrollado la nueva técnica, y cuyos detalles se han publicado recientemente en la revista Food Chemistry.
Bernaldo de Quirós destaca la mayor resolución y sensibilidad del método, con el que se pueden detectar hasta 0,01 miligramos de vitamina C por litro, “gracias al uso de una nueva columna de cromatografÃa, basada en partÃculas esféricas de sÃlice ultra puro de un tamaño de 3 micrasâ€.
“Otra ventaja del método es su sencillez y rapidez, ya que el tiempo total para realizar los análisis no supera los seis minutosâ€, comenta la investigadora.
Con la nueva técnica, la valoración del ácido ascórbico de las bebidas ha revelado datos curiosos. De las 17 muestras analizadas, la que mayor contenido en vitamina C presentó fue un zumo de manzana (840 mg/l), por encima de los de naranja (352-739 mg/l). Los resultados para el zumo de piña y uva fueron 702 mg/l y para los refrescos (de naranja, limón o manzana) entre 30,2 y 261 mg/l.
Los investigadores también evaluaron cómo varÃa el contenido de vitamina C de los zumos de naranja y las bebidas de té mientras están en las estanterÃas, en las condiciones de temperatura especificadas por el fabricante. Los primeros, después de seis dÃas, apenas pierden un 8% de ácido ascórbico, pero en las bebidas de té esta sustancia se reduce un 54% a 4ºC y prácticamente desaparece a temperatura ambiente.
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Referencia bibliográfica:
A. RodrÃguez-Bernaldo de Quirós, M. Fernández-Arias, J. López-Hernández. “A screening method for the determination of ascorbic acid in fruit juices and soft drinksâ€. Food Chemistry 116 (2): 509–512, 2009.