Los investigadores han descubierto un mecanismo único en el que se basa el parásito para invadir los glóbulos rojos humanos.
“Nuestros hallazgos fueron inesperados y han cambiado completamente la manera en la que vemos el proceso de invasión”, dijo Gavin Wrigth, coautor principal del estudio e investigador del Instituto Wellcome Trust Sanger del Reino Unido. “Nuestra investigación parece haber revelado un talón de Aquiles en la forma en la que el parásito invade los glóbulos rojos”.
Una vez que los ha invadido, los parásitos se multiplican y se esparcen, causando los síntomas de la malaria. Para poder entrar en las células el parásito localiza varios receptores que se encuentran en su superficie.
Uno de los retos para los investigadores ha sido que, a pesar de que varios receptores de glóbulos rojos se han identificado previamente, ninguno es esencial para la entrada. El nuevo trabajo ha encontrado un solo receptor que es absolutamente necesario para que el parásito invada. El hallazgo es válido para todas las 15 cepas de P. falciparum que fueron sometidas a pruebas.
Según los investigadores, una vacuna podría consistir en una versión segura del parásito, lo que induciría al sistema inmunológico a producir anticuerpos que entrarían en acción ante el ataque del parásito real. Una vacuna de este tipo podría tardar hasta 15 años para ser producida.
Actualmente no hay vacuna contra la malaria. La primera, RTS, S/AS01, parece ser efectiva en aproximadamente 50 por ciento y podría estar en el mercado para 2015 si se demuestra su éxito en ensayos adicionales.
Vasee Moorthy, oficial técnico de la Iniciativa de Investigación de Vacunas de la OMS, dijo a SciDev.Net: “Este trabajo representa un importante descubrimiento científico que puede justificar la exploración para el desarrollo de la vacuna.
“El desarrollo de una segunda generación de vacuna contra la malaria con una eficacia superior al 80 por ciento para 2025 es un objetivo concordado”, añadió.
Colin Sutherland y Eleanor Riley, expertos en inmunología de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, Reino Unido, señalaron en una declaración: “los parásitos de la malaria tienen un enorme potencial de evolucionar rápidamente y evadir las intervenciones humanas”.
“Hasta ahora solo un puñado de cepas del parásito han sido sometidas a pruebas, y por lo tanto se necesita más trabajo con parásitos tomados directamente de los pacientes alrededor del mundo para comprobar que bloquear esta vía será efectivo contra todos los falciparum de la malaria conocidos en el mundo”.
Enlace al artículo completo en Nature (en inglés)
Christine Ottery
9 noviembre 2011
SciDev.Net