Manchester City – Real Madrid. 0 – 0
No estoy seguro de si lo dos equipos querían ganar, pero de lo que sí tengo certeza absoluta es de que ninguno quería perder, o al menos no encajar ningún gol, y eso nos llevó a un partido soporífero durante buena parte del mismo, con mucho ajuste táctico, mucha carrera hacia atrás y poca brillantez arriba, uno de esos partidos que solo salva la emoción por lo que está en juego.
De los 90 minutos tal vez podamos salvar los últimos 20, cuando las fuerzas empezaron a flaquear y la táctica dejó paso a una anarquía, bendita anarquía para los aficionados, maldita anarquía para los entrenadores, en la que el Madrid se erigió como muy superior ante los ingleses, dominando el encuentro y teniendo las ocasiones más claras para haber decantado la eliminatoria a su favor.
Sin embargo, ningún gol subió al marcador y todo queda pendiente para Madrid, con un resultado peligroso para los blancos y esperanzador para los ingleses, ya que cualquier empate con goles les sirve para pasar de eliminatoria, aunque si nos quedamos con las sensaciones parece que el Madrid es claro favorito, sin olvidarnos, por supuesto, del excelente juego a la contra del City.
Pero comencemos a analizar el partido desde el principio, o mejor dicho, desde antes de que el árbitro pitara el inicio, a la previa, cuando supimos la noticia que marcó todo, Ronaldo no jugaba. Con ello el Madrid perdía gol y capacidad de percusión arriba, aunque ganaba en repliegue gracias a la aparición en el once de Lucas Vázquez, fenomenal partido el suyo que debió haberse terminado 15 minutos antes. El gallego volvió a aprovechar su oportunidad, una vez más, luchando atrás y creando peligro delante
Tampoco debió haber jugado Benzemá, que lo hizo mermado y su juego lo notó. Aguantó 45 minutos y tras el descanso les sustituyó Jesé, al que le faltó desborde, aunque aportó trabajo defensivo y fue capaz de fijar a la defensa rival durante buena parte del encuentro.
De los demás, la defensa estuvo soberbia, todos ellos, Pepe y Ramos, en plan generales, y Carvajal y Marcelo bien atrás y delante, una línea defensiva de muchos, muchos, muchos kilates. La media cumplió con buena nota, Casemiro excepcional, Kroos académico y Modric intermitente, y decepcionó algo Bale, del que se esperaba mucho y que se perdió en su empeño de jugar por la derecha y por el centro, cuando es el mejor extremo izquierdo del mundo. El día en el que el galés comprenda eso podrá empezar a intentar ser un jugador de nivel top, si Mourinho me permite el término, hasta ese momento se quedará en un excelente jugador.
En definitiva, un partido decepcionante, con demasiado miedo y rigor táctico, pero que nos deja un encuentro de vuelta apasionante en el que cualquier gol decidirá la eliminatoria en uno u otro sentido.