¡Qué falta nos hace una manifestación! Una manifestación diferente, innovadora, distinta a las tradicionales.
Siendo innovadores, y utilizando las nuevas tecnologÃas como internet; acordarÃamos una hora en la que todo ciudadano se sentarÃa en una silla, cómodamente, junto a una mesa, con un bolÃgrafo de color verde claro y un folio en blanco.
No necesitarÃamos pancartas, ni reunirnos en un lugar determinado para realizar una caminata. Somos innovadores, conscientes de que el mundo virtual, nos va marcando el camino: nuestras acciones y omisiones.
Desde la virtualidad, y bajo el principio de la solidaridad, del compromiso con la sociedad en la que vivimos; proyectarÃamos en un simple folio la visión de una sociedad moderna, donde el buen vivir de unos pocos, se transformara en la calidad de vida de todos los ciudadanos. ¡Qué gran reivindicación!
Cada ciudadano expresarÃa en un simple folio sus sueños, sus deseos de prosperidad, sus anhelos de persona solidaria, comprometida con unos valores sociales. VisualizarÃa su entorno: pueblo, ciudad, barrio, centro de trabajo; con una imagen de colores; donde la alegrÃa de sus vecinos, familiares, compañeros de trabajo, ciudadanos en general, generara ventaja competitiva respecto a otras imágenes en blanco y negro, de sociedades egocéntricas, donde la picaresca empobrece la vida de un paÃs.
Esta manifestación de idiosincrasia nos ayudarÃa a plantearnos seriamente, si estamos cumpliendo con nuestras diversas responsabilidades como ciudadanos, en nuestros distintos escenarios laborales como: empresarios, trabajadores, polÃticos, etc. SerÃamos conscientes, de que para garantizar nuestro futuro, y el de los que nos siguen, no es suficiente cambiar leyes, normas; tenemos que cambiar nuestra IDIOSINCRASIA COLECTIVA E INDIVIDUAL.
Posiblemente seamos muy listos, y llevemos a la práctica el dicho: “cada mochuelo a su olivoâ€; pero, desde mi punto de vista, como ciudadano, y como profesional del ámbito de las relaciones laborales y del mundo socio-laboral, podemos tener graves problemas para afrontar el futuro que deseamos vivir y compartir, si no modificamos nuestros patrones de ciudadanos del buen vivir.