Dicho control se habría iniciado tras la II Guerra Mundial con la implementación del programa ECHELON (la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas de la historia) y cuya existencia fue denunciada en 1.976 por Winslow Peck y posteriormente constatada por el Parlamento Europeo en el 2.001. Dicho “Control estratégico de las telecomunicaciones” estaba en manos de la comunidad UKUSA (Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia, y Nueva Zelanda) y controlaría más de tres mil millones de comunicaciones cada día e incluye análisis automático y clasificación de las interceptaciones que serían utilizados para el espionaje económico además de la invasión de la privacidad, pasando posteriormente a llamarse Alianza de los Cinco, radicado en las instalaciones del GCHQ (Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno) con sede en la base de la RAF de Menwith Hill (Inglaterra) y teniendo como lema “Nada tiene que temer quien no tiene nada que ocultar”.
Brzezinski por su parte, en un artículo publicado en la revista Foreign Affaire (1970), expone su visión del “Nuevo Orden Mundial” al afirmar que “se hace necesaria una visión nueva y más audaz con la creación de una comunidad de países desarrollados que puedan tratar de manera eficaz los amplios problemas de la humanidad”, esbozos de una teoría que perfilará en su libro “Entre dos edades: El papel de Estados Unidos en la era tecnotrónica”(1.971), donde explica que ha llegado la era de reequilibrar el poder mundial, poder que debe pasar a manos de un nuevo orden político global basado en un vínculo económico trilateral entre Japón, Europa y Estados Unidos.
En el citado libro “Between two Ages,”(1971), aboga además por el control de la población por una élite mediante la “manipulación cibernética” al afirmar que “la era tecnotrónica involucra la aparición gradual de una sociedad más controlada y dominada por una élite sin las restricciones de los valores tradicionales, por lo que pronto será posible asegurar la vigilancia casi continua sobre cada ciudadano y mantener al día los expedientes completos que contienen incluso la información más personal sobre el ciudadano, archivos que estarán sujetos a la recuperación instantánea de las autoridades”, lo que anunciaría ya la posterior implementación del programa PRISM.
Dicho programa, sería una herramienta para monitorizar las comunicaciones de ciudadanos no estadounidenses a través de sus metadatos y devenido en verdadero monstruo virtual que habría extendido sus tentáculos hasta los servidores de compañías como Google, Apple, Micros Eloft, AOL, Facebook y Yahoo, aprobado por el Congreso de EEUU a instancias de la Administración Bush en el 2.007 pero que por inercia apática continuó bajo el mandato de Obama.
Como colofón a la deriva del control cibernético de masas , irrumpe en escena el escándalo del llamado “affaire Spyon” de la NSA. Así, el diario británico The Guardian informó que en el año 2006 la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) habría vigilado las comunicaciones de 35 gobernantes mundiales, del que sería paradigma el control del teléfono móvil de la canciller alemana Merkel desde el 2002 al 2010 y que según informa el diario alemán Bild am Sonntag, contaría con la aprobación explícita del Presidente Barack Obama.
Además, según la documentación aportada por el ex agente de la NSA , Edward Snowden y publicada por el diario francés Le Monde, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) habría interceptado 70,3 millones de comunicaciones emitidas desde Francia entre finales de 2012 y comienzos de 2013 mediante el programa US-985D y las técnicas de recolección con claves DRTBOX y WHITEBOX, con lo que la cumbre europea de Otoño de la Unión Europea quedó marcada por el estigma del affaire del espionaje de EEUU a Francia y Alemania y podría finalizar con la aprobación de nueva reglas de protección de datos para reforzar el blindaje de la UE ante EEUU.
Así, según la agencia EFE, el comisionado del Gobierno alemán para la protección de datos, Peter Schaar, instó a los socios europeos “a no retrasar la nueva directiva que fijará reglas más estrictas para las empresas tecnológicas estadounidenses que operan en la UE y que debería aprobarse antes de las próximas elecciones al Parlamento Europeo” y apoyó además la propuesta de la Eurocámara para suspender el acuerdo de transferencia de datos bancarios suscrito con EE.UU. en el marco de la lucha antiterrorista hasta que se esclarezca el escándalo de espionaje de Washington a Europa (affaire Spyon). Por su parte, el Presidente de EEUU, habría recetado una dosis masiva de fármacos para evitar la metástasis de la desconfianza de los aliados occidentales hacia EEUU. Así, según un alto funcionario de Washington, se procederá a desinfectar de virus patógenos los Servicios de Inteligencia de EEUU, (muchos de ellos refractarios al propio Presidente), incluyendo la prohibición expresa de espiar a líderes de países aliados.
Sin embargo, como sucedió con Brasil y su Presidenta, Dilma Rousseff , es previsible que las medidas y explicaciones de Obama no lleguen a resultar del todo convincentes y asistamos a la expulsión de diplomáticos estadounidenses en países aliados así como a la presentación de una resolución conjunta germano-brasileña ante el Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General de la ONU para su debate antes de fin de año.Dicha resolución contaría con el apoyo inicial de 19 países europeos y americanos afectados por el “affaire Spyon”,(entre ellos México y Francia) e insta a los Estados miembros de la ONU a “ asegurar el respeto del derecho a la privacidad según la doctrina plasmada en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1976”, al tiempo que se les invita a “adoptar medidas para poner fin a las violaciones de estos derechos”, siendo previsible la adhesión de la Rusia de Putin con el objetivo inequívoco de condenar a EEUU por su asunción del papel de “ Big Brother mundial”.