Manipular, que palabrita y como la dominan algunos, sobre todo a la hora de los sentimientos.
Los que fuimos toxicomanos sabemos mucho de ello y ahora no se nos escapa ningún «manipulador», los olfateamos a la legua, ese olor tan característico que despiden, esa forma de hablar y cambiar el tono de voz según la circunstancia lo requiera y además, cuando se sienten descubiertos, actúan con un victimismo brutal, intentando que los veamos como victimas de su propia manera de proceder.
El que lo hace a sabiendas es el peor, porque lo que indica, por lo menos a mi parecer, es egoísmo , ya que solo se ven a ellos mismos y quieren que les tengamos lástima, por más que se camuflen.
Los que una vez fuimos «manipuladores», los descubrimos, además, decidme si os pasa como a mi: ellos notan que con nosotros no pueden y prefieren no andar cerca, ni provocarnos, pues saben que nosotros conocemos sus limitaciones y manejos.
Qué dificil es el ser humano, ¿quién no ha manipulado alguna vez? A mi lo que me afrenta son los que utilizan los sentimientos de los seres queridos, porque el enfermo de verdad se siente mal y pide ayuda, pero el «manipulador» acaba haciéndote sentir culpable de sus errores y, póbrecito del que se deja manipular, es la anulación como persona, te anulan hasta el extremo de no saber distinguir lo que realmente sienten o padecen, para mi es una forma muy baja de mentir y una forma de humillar a quien quieres.
¿ Sabéis una cosa?, ese tipo de individuos andan buscando semejantes que a todo le digan que «sí» y si no le dan la vuelta a la tortilla y ¿ sabéis también?, se esconden del día a día por miedo al fracaso pues una cosa es manipular a quien te quiere y otra a los que vivimos día a día en el trabajo, estudio, etc.
Se refugian en su entorno donde pueden actuar a sus anchas, pero fuera de sus fronteras se sienten totalmente inseguros porque no pueden ocultar sus limitaciones y eso no les gusta, porque prefieren que les sigan la corriente y no les quiten la razón. Son limitados hasta en eso y conscientes de con quién pueden y con quién no, triste pero cierto, analicemos nuestro entorno y encontraremos a muchos.
Además, si alguien cae enfermo o necesita ayuda de los demás ellos enseguida pasan a la acción, intentando centrar todo en ellos para que así no se sientan solos, restan importancia a lo de los demás y su falta de escrúpulos para colocarse en el lugar del semejante es brutal, solo quieren que todo gire a su alrededor y nada más que a su alrededor.
Yo fui «manipulador» para conseguir mis dosis y dinero para la droga, fui un experto en la materia y como yo muchos que van a leer este escrito, no tenía límites, era mi forma de actuar con tal de conseguir lo que quería (droga), no me voy a quitar culpa por ello, pues estaba muy enfermo, los que me duelen son los que estando bien, abusan de los sentimientos de los semejantes solo por el hecho de ser limitados e inseguros en su vida diaria, lo siento, me duelen esas personas, si son conscientes de lo que hacen me da vergÁ¼enza ajena.
Hoy en día lo de «manipular» está a la carta: políticos, periodistas, etc… todos mueven las cosas en su propio beneficio, a esos se le cala enseguida, pero el que se esconde y se mueve en otros entornos, familiares, matrimonios, amigo/as…… Ese para mi, es el peligroso porque solo se mueve en su terreno y cuando sale de él vuelve cargando contra sus seres queridos culpándolos de los propios errores cometidos fuera de su entorno, haciendo sentir culpable a cualquiera que le preste atención o le quiera, así no pueden vivir porque los seres queridos se cansan o se va quedando solo, hasta los amigos ya no le quieren muchas veces escuchar, simplemente se pasa a no hacerle caso hasta que se de cuenta que las palabras, a veces, no son huecas y calan en los que te quieren y no se les puede anular hasta el extremo de vaciarlos.
Se les tiene que hacer comprender que la vida está llena de conflictos y de personas con diferentes principios y formas de actuar, se les tiene que decir cuando «manipulan» ¿para qué?, poco a poco y a pesar de los pesares, verán que hay otras maneras de decir o exponer sus criterios, si no se pueden volver egocéntricos totales y eso, hoy en día, es un tanto peligroso porque la sociedad en que vivimos no perdona y arrasa a todo el que puede, su futuro depende de lo que le hagamos entender y comprender, y que se valore y valore a los demás.
Esto también sucede en la ancianidad, cuando nos hacemos mayores ese sentimiento de soledad y de que nuestro final está cerca, nos puede llevar a «manipular» los sentimientos de los demás porque, el no saber expresar nuestra angustia y miedo nos lleva a mover todos los hilos posibles para que estén pendientes de nosotros por el miedo a la soledad, muchas personas mayores lo utilizan muy a menudo, haciéndose víctimas o diciéndonos lo pronto que está su destino y qué es lo que les queda.
Difíciles momentos de la vida, los de la ancianidad, no sé cómo serán los mios (mis momentos de ancianidad), espero, mejor dicho, le pido a Dios que si llego a esas edades sepa cómo afrontarla lo mejor posible y en la mejor disposición posible, en fin, ya veremos.
Un día fui un gran «manipulador», ahora aprecio a los que me quieren, prefiero callar cosas para no angustiarlos y vivo pendiente de sus vidas, prefiero sufrir yo a que sufran ellos, que me valoren por lo que soy y como soy y no por mis mentiras. Ese es el actual Fernando Reyes.
¡Manipuladores del mundo!, os veo y os huelo, os iré destapando uno a uno. Jajajajajajajajjajajajaja.