Todo poder amplia y prolongadamente ejercido, degenera en casta. Con la casta, vienen los intereses, las altas posiciones, los miedos de perderlas, las intrigas para sostenerlas. Las castas se entrebuscan, y se hombrean unas a otras. José Martí
En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que le roban a los pueblos sus libertades, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. José Martí
¿Es acaso la mansedumbre humana una virtud?
Cortes de luz,falta de agua,bajo salario,largas colas en hospitales, son sólo algunas de las penurias cotidianas que sufren miles y miles de personas de carne y hueso por doquier de este mundo llamado Tierra. Vaya ironía, porque la tierra ensangrienta a los campesinos que la desean.
Hace unos pocos días viajamos, por razones que nada importa aquí, a Paraguay , y en tal situación presenté una descomposición orgánica grave. Hice antesala en hospital público sin poder acceder a una urgente atención en razón a la cantidad de pacientes reclamantes. Mi estado empeoraba peligrosamente cada instante.
Es en esa circunstancia en que interviene mi preciado sobrino Luis Mario Rojas, llevándome a un lujoso y diligente sanatorio privado. En cuestión de horas, por medio de eficiente y eficaz interrelación entre tecnologías de última generación y facultativos, logran revertir la patología. Particularmente, como docente primario, jamás podría acceder a ese nivel de cobertura médica…
¿Cuál es la moraleja de esta experiencia?
Que existen dos mundos en un sólo mundo. Ningún descubrimiento, ninguna novedad, pero que a nuestro juicio posee la contundencia de cuanto sostenemos en nuestra pequeña reseña, puesto que desvela el carácter injusto que presenta la organización social actual, y que, por cierto, produce infortunios continuados.
Nos inducen las sufrientes condiciones de necesidades insastisfechas a buscar una conexión entre la creciente brecha existente de los que se benefician y los que las padecen. Las razones son muchas, entre ellas, resalta un mecanismo diabólico: que mantener en la somnolencia al pueblo es un jugoso negocio de castas privilegiadas.
Nos los dice claramente el poeta Martí: “Todo poder áampliay prolongadamente ejercido, degenera en casta. Con la casta, vienen los intereses”.
Los intereses sociales y los intereses individuales serán compatibles, sin duda, en el momento en que se desarrollen en las sociedades procesos democráticos y participativos que permitan, precisamente, armonía y no antagonismos. Este planteamiento es entendible, pero la dificultad radica en que a ciertos sectores no les convence o no les conviene en razón a sus inconfesables intereses. Estos sectores se convierten en castas
El adormilamiento social impide la lucidez de las conciencias de las mayorías, lo sabemos. Pero también conduce a la destrucción de la naturaleza, poniendo en jaque a la supervivencia de la especie humana.
Tal vez el despertar de los pueblos demuestre una vez más que la somnolencia social es curable. La historia universal nos señala que es así.
De las pequeñas pero continuadas acciones,seguramente, florecen mejores despertares de las somnolencias sociales, valga entonces en ese sentido y por ejemplo, el esfuerzo de los organizadores de la III Cumbre Cooperativa de las Américas a realizarse próximamente en Colombia.
Pretende ser un espacio de encuentro para el análisis y debate cooperativo, orientado a definir un posicionamiento del movimiento cooperativo de las Américas acerca de temáticas prioritarias de la agenda de desarrollo de la Región de las Américas, cuyo lema es “Por una integración que genere un cambio social”, sintetiza el propósito del evento: fortalecer la integración de las cooperativas como movimiento y articular acciones con otros actores sociales en los procesos de transformación que acontecen.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!