Con la apasionada colaboración de la Prensa interesada, los violentos que intentaron denigrar la belleza de las “Marchas por la Dignidad”, de millones de hombres y mujeres que pacíficamente desde todos los rincones de España confluyeron en Madrid para manifestarle ante un Gobierno insolidario y decirle que ellos no pueden seguir pagando una crisis económica de la que los trabajadores no tienen culpa alguna, han conseguido un éxito total: que se hable de ellos y no de los problemas de los españoles.
Foto: jacilluchSi analizamos los hechos, nos da la impresión de que hay cuestiones muy oscuras que debería preocupar mucho más a la prensa que se autodenomina ‘de investigación’: ¿Por qué grupos de policías se quedaron solos ante los energúmenos que con saña incomprensible les atacaba y no se hizo cargo el operativo policial de la situación?
Los hombres y mujeres que llegaron a Madrid, cansados de tanto caminar,y sin fuerzas ni para gritar, tenían bastante con recrearse en la belleza de su gesta, y ni tenían fuerza ni posibilidad de controlar a unos grupos de violentos, entre los que se encontraban gentes de varias nacionalidades, organizados y de los que se puede dudar mucho que tuviesen ninguna ideología política: tenían un objetivo que cumplieron, reventar la marcha. Más bien parecían grupos violentos de naziskin, que viven exclusivamente para la violencia.
Sería un enorme error que el Gobierno, en vez de ver la realidad española (segundo país europeo con mayor pobreza infantil), leyera las justificaciones de la prensa interesada.