No sé a otros pero a mí no me han sorprendido en absoluto las manifestaciones que sobre la línea editorial de La Sexta ha hecho su patrón el editor José Manuel Lara. Desde mi derecho a opinar, espero que haya libertad y tolerancia para poder ejercer este derecho, debo decir que lo dicho por el señor Lara de que cuando se produjo esta fusión y La Sexta se integró en el grupo AtresMedia, esta TV tenía “una marcada ideología de izquierdas”, nada criticable ni nada que desde esta TV se intentara en ningún momento esconder, cada medio de difusión tiene una línea editorial que puede coincidir con la izquierda, con la derecha o con el centro, aunque para mí el centro no supone una ideología, para mí es un punto de partida hacia posiciones ideológicas de izquierda o de derechas. Respetando otros criterios el centro es, para mí, una indefinición ideológica. Buena prueba de ello es que todos los partidos que en su nomenclatura han incluido el término “centro” están desaparecidos. Recordemos a la Unión de Centro Democrático y no sé si del Centro Democrático y Social queda algún vestigio. Esto más bien sirve para nadar entre dos aguas por no decir para nadar y guardar la ropa. En este caso para guardar las apariencias y ocultar algo que puede resultar sospechoso o poco fiable para la ciudadanía. Los votantes denominados de centro lo son no en función de su ideología, lo son precisamente porque no profesan ideología alguna y dan su voto a aquel que haga una oferta electoral que para ellos pueda ser más efectiva.
Pero vuelvo a la verdadera intención de este comentario: El de que, según su patrón, La Sexta quiere dejar la izquierda para ser de centroizquierda…
En La Sexta, lo único que queda de izquierdas es el programa “Intermedio” el cual no han podido modificar porque en el mismo no se produce ningún debate entre tertulianos, pero mucho me temo que esta circunstancia va a durar poco y que le ocurra lo mismo que al programa “Al Rojo Vivo” que comenzó muy bien, como fue el caso de “La Sexta Noche”, pero que con la inclusión, no me atrevo a asegurar que con la imposición, de su participación en ambos programas de Francisco Marhuenda y de Antonio Martín Beaumont, han perdido bastante audiencia o al menos no despiertan el mismo interés que cuando sus inicios.
Francisco Marhuenda, al cual el señor Lara, el patrón de La Sexta, ha definido como “un gran profesional” se ha declarado públicamente como persona de derechas y católico, a lo que no hay nada que objetar, cada cual es muy libre de ser lo que le venga en gana, pero creo que tiene un pasado político, nada deshonesto, que hace que muchos duden de su imparcialidad a la hora de tratar los temas de debate ya que el señor Marhuenda ha ocupado cargos políticos públicos con el Gobierno de Aznar, él mismo se declara muy satisfecho de haber ocupado esos cargos, me parece muy correcta su postura, no se debe arrepentir por haber participado en algo que se aceptó libremente. Y por otro lado está Antonio Martín Beaumont, el que fuera presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular y por lo cual parece sentirse muy orgulloso, cosa que también respeto, faltaría más. Pero lo malo de todo esto es que estos dos personajes han conseguido hacerse con el control de “Al Rojo Vivo” y de “La Sexta Noche” y se han convertido en los verdaderos conductores de ambos espacios. Pasan olímpicamente del moderador al que han dejado como una figura decorativa o como a un espectador privilegiado, dedicándose continuamente a interrumpir al resto de los tertulianos que no son de la misma opinión que ellos, mezclando las voces para que no se les entienda, sobre todo el más dado a esta práctica es Beaumont que no deja hablar ni al conductor del programa.
No, La Sexta no va a dejar la izquierda para ser de centroizquierda, no, en mi opinión, así lo veo yo que he sido un asiduo seguidor de los dos programas antes citados, ha pasado claramente de la izquierda a la derecha lo que para mí no es criticable, cada cual es libre de hacer con aquello que es de su propiedad lo que mejor convenga a sus intereses, desde defender a Francisco Marhuenda, a Iñaki Urdangarín, al Rey don Juan Carlos y a Mariano Rajoy como ha hecho públicamente José Manuel Lara. Creo que ese periplo ya no es necesario porque ya está acabado.
De todos modos que se vaya preparando el Gran Wyoming. Cuando las barbas de tu vecino veas arder… Ya vimos como acabó Jordi Evole.