El presidente en funciones, Mariano Rajoy debería recapacitar y ser realista. Si bien su partido fue el más votado en las elecciones del 20-D, no ha sido capaz de reunir las alianzas necesarias para formar gobierno, pues todos los partidos políticos están en su contra, excepto el partido de Albert Rivera, Ciudadanos, con el cual comparte la misma ideología de derechas.
Ni el PSOE, su antaño aliado político, ha querido sumarse a la intención de investidura de Rajoy
La razón que ha dado Pedro Sánchez, líder de los socialistas, ha sido que apoyar a Rajoy sería traicionar a los votantes del PSOE que quieren un cambio de las políticas que se han venido haciendo estos cuatro años.
Y no le falta razón puesto que, si bien a nivel macroeconómico España creció un 3% en su PIB en 2015, los niveles de desigualdad han aumentado de forma vergonzosa para un país desarrollado.
Es decir, se sigue con la misma fórmula del «país del ladrillo y de los camareros» para salir de la crisis. Muy al estilo de Aznar, por cierto.
Sin embargo, el actual líder socialista ha manifestado su intención de mejorar la inversión en I+D-i, para atraer al talento español que tuvo que huir por culpa de la crisis a Alemania y a otros países que no desprecian a sus científicos. Además, Pedro Sánchez ha puesto de manifiesto, de manera objetiva, sus ideas en cuanto al crecimiento del país y de las reformas contra la desigualdad. Esto es un claro mensaje a Europa y a los Mercados Financieros Internacionales que están a la expectativa de quién va a ser el próximo Presidente de Gobierno de España. No olvidemos que en este mundo globalizado no se puede ir por la vida sin tener en cuenta a los mercados ni a la prima de riesgo. Así, Pedro Sánchez muestra unas credenciales favorables de cara a los agentes internacionales, pero aún le falta resolver las alianzas que harán posible su investidura.
Recordemos que hasta hace unas semanas los viejos líderes socialistas le estaban haciendo «bullying» al actual líder socialista para que desista de sus intenciones en favor de la investidura de Rajoy. Ahora la cosa ha cambiado y es el mismo Felipe González, y también Alfonso Guerra, los que les están pidiendo al Partido Popular que se abstenga para lograr la investidura de Sánchez.
Como vemos, la política en España cambia de un día para otro. No obstante, se le presentan dos escenarios definitivos a Pedro Sánchez: uno con Ciudadanos de Albert Rivera (con la abstención del PP) y el otro con Podemos de Pablo Iglesias y otras fuerzas progresistas. Al primero se le puede unir un eventual apoyo de Compromís, el partido de la Comunidad Valenciana.
En cuanto al segundo escenario, está ahí, latente, pero no termina de cuajar la idea de un Gobierno en coalición PSOE-Podemos. Las líneas rojas de Pablo Iglesias, con el referéndum catalán, y la imposición de muchas carteras ministeriales hace difícil el diálogo. El líder de Podemos debería bajar un poco sus pretensiones y quitar esas líneas rojas del marco de las negociaciones. Esta coalición PSOE-Podemos garantizaría un pleno Gobierno progresista, pero lamentablemente Pablo Iglesias le debe mucho a sus votantes catalanes. De ahí esa insistencia en mantener como condicionante el referéndum catalán en las negociaciones.
En el otro escenario, bastaría la abstención de Rajoy para que la coalición PSOE-Ciudadanos (y posiblemente también de Compromís) para que Pedro Sánchez consiga los números suficientes para ser investido Presidente de Gobierno. En este respecto, no entendemos la insistencia de Rajoy de empeñarse en una imaginaria investidura que nunca se va a dar, mientras Pedro Sánchez sea el líder de los socialistas. El presidente en funciones debería entender que las reglas del juego político en España permiten que el segundo o tercero o cuarto partido más votado puede formar gobierno siempre y cuando consiga las alianzas necesarias. Rajoy debería entrar en razón y darse cuenta que en el actual escenario político no va a conseguir las alianzas suficientes para conseguir la investidura.
Lo raro de todo esto es que con su mayoría absoluta en el Congreso de Los Diputados el Partido Popular no haya cambiado las normas de las elecciones para permitir una segunda vuelta electoral. De ser así Rajoy hubiese ganado las elecciones en primera y segunda vuelta. En cualquier caso, hoy por hoy las reglas de juego político para la investidura son las que son y es legalmente posible que Pedro Sánchez sea investido Presidente de Gobierno si consigue las alianzas necesarias.
Un partido que se dice defensor de los intereses nacionales no debería bloquear la investidura encargada por el rey Felipe VI a Pedro Sánchez. Quizá al señor Rajoy le vendría bien tomarse unos días de descanso en Galicia, su tierra, para reflexionar sobre el escenario utópico en el que su séquito de colaboradores y él están sumidos.
La realidad a veces no es la que te gustaría sino la que es.