El ICO se ha negado a conceder el crédito que Martinsa-Fadesa necesitaba para hacer frente a su compromiso con las entidades financieras que habían acordado refinanciar su deuda bajo el condicionante de obtener 150 millones de euros en un plazo de dos meses, y con ello ha provocado el colapso de tesorería de la inmobiliaria y su subsiguiente suspensión de pagos.
Sin embargo, no es Martinsa-Fadesa la gran perjudicada de esta decisión, a todas luces equivocada. La inmobiliaria goza de activos suficientes como para resituarse en el nuevo panorama económico actual, y para salir de la crisis renovada y con una gran potencialidad de crecimiento.
Los grandes perjudicados son los clientes, los proveedores y las empresas subcontratadas. Los primeros verán como no les entregan las viviendas que compraron con toda su ilusión y en las que pusieron todos sus ahorros.
Los proveedores verán cerrada una de sus principales fuente de ingresos, y tendrán que recortar sus plantillas. Y, en este mismo sentido, las empresas subcontratadas perderán una cuenta importante, con lo que, igualmente, tendrán que despedir a parte de sus trabajadores.
Si el ICO hubiera concedido el crédito a Martinsa-Fadesa bajo la obligación de que comenzara a deshacerse de parte de sus activos y, así, conseguir sanear su tesorería (exactamente lo que va a hacer la compañía ahora), nadie más hubiera sufrido las consecuencias. Martinsa-Fadesa se reubicaría dentro de la crisis actual, reduciría su nivel de activos, se centraría en los proyectos ya iniciados, y, con ello, tanto clientes, como proveedores, como empresas subcontratadas podrían seguir disfrutando de una posición estable.
El ICO defiende su decisión de no conceder el crédito aludiendo a razones puramente financieras y de responsabilidad económica, pero se olvida de su esencia como organismo estatal de crédito, en función de la cuál, y sin olvidar una gestión responsable, debe de colaborar tanto con las empresas ya establecidas como con las de nueva creación, en aras de un desarrollo económico nacional sostenible.