Lamentables discursos los pronunciados por nuestros políticos, salvo raras aportaciones en el reciente debate parlamentario sobre el conflicto, contienda, pugna…, cualquier apelativo menos llamarle por su nombre, es decir, «guerra», sobre la intervención miliar española en Libia. Las intervenciones de los diputados fueron repetitivas hasta la sociedad, incluyendo todos ellos el calificativo de sátrapa (gobernador), que pareció encantarles a sus señorias para referirse al coronel Gadafi. Personaje al que muy recientemente era tratado con todos los honores, comenzando por nuestro propio presidente del Gobierno.
Lo puñetero de este enfretamiento, circunstancia en la cual han coincidido varios periodistas y analistas políticos, es que solo sabemos que ha comenzado mal y plagado de desacuerdos e improvisaciones pero que todos desconocemos como puede terminar. Solo faltaba que Zapatero, al final de su nefanda carrera , fuese abandonado por ciertos compañeros de viaje en este complejo tinglado, y que, dada la proximidad geográfica, al iluminado Gadafi se le ocurra pagarnos con la misma moneda, con algún tipo de atentado….¡Tiempo al tiempo!
Esta tragedia, orquestada y dirigida por Sarkozy y Cameron, a la cual se ha vinculado, buscando un absurdo protagonismo, para poder ser recordado por algo, nuestro inane ZP, puede terminar como el rosario de la aurora, si tal como parece, la euforia bélica inicial comienza a desinflarse. Obama, con menor ardor guerrero que los lideres europeos, ya ha dejado muy claro que su intervención en Libia es por razones «exclusivamente humanitarias» pero con menos protagonismos. Italia amenza con retirar sus bases sila OTAN no acepta dirigir el cotarro, mientras que Alemania y Turquia se oponen a ello. Conviene igualmente recordar que 18 paises pertenecientes a la Alianza se han negado a participar en la invasión. Esperemos que a nuestro particular faro y guia de la Alianza de las Civilizaciones no se le ocurra ofrecer las bases de Rota y Morón.
Con cierta «incomodidad» para Rubalcaba, la ministra de Defensa, Carmen Chacon, cada dia menos nacionalista ella, dfendió ardorosamente en TVE la participación española para evitar la «masacre» del tirano Gadafi, y ya se sabe que todo lo que rodea a las acciones del ejército suena a patriótico, gusta a los ciudadanos y genera adhesiones. Tanto es así que en el «Hipodromo» del Dirio el Mundo, la citada ministra, superara en votos nada menos que al poderoso y amargado Rubalcaba, cada vez más amenazado por unas primarias que no quiere ver ni en pintura.
El orador más brillante y realista, sin duda, fué Llamazares argumentando con coherencia y afirmando, por ejemplo que «las intervenciones militares para defender los derechos humanos provocan mas sufrimientos en las poblaciones». Su frase dirigida a Zapatero de: Sr. Presidente: ¡Quien le ha visto y quien le ve!, enojó visiblemente al lider socialista, que posteriormente intentó defenderse com el mismo mantra de buenismo que solo persigue lograr algo de popularidad pero sin éxito alguno. Hace verdaderos esfuerzos, lo que sea, para poder ser recordado pero todo apunta que en esta ocasión se ha equivocado una vez más.
Para terminar, la intervención de Rajoy, salvo algunas excepciones, fué vacua e insípida, limitandose a cubrir el expediente lo cual no gustó nada a su público quienes recuerdan perfectamente las humillaciones e insultos de los socialistas, con motivo del «no a la guerra» de Irak. No hay que ser rencoroso pero si tener memoria….
A Rubalcaba, su oscuro pasado político, da la sensación de estarle dañando más de lo previsto. La oposición con el caso «Faisan», el «11-M» y los «ERE andaluces», entre otras cosas, está mordiendo muy fuerte y dificultando su nombramiento de candidato a las generales del 2012 por aclamación. Su edad ya no le permite arriesgarse en unas primarias…