El cine se ha convertido en un medio a través del cual poder transmitir el daño que los prejuicios, intolerancia, ofuscación… pueden ocasionar en la sociedad. ¿Ser diferente es suficiente motivo para ser asesinado de una forma tan macabra?
Cualquier suceso puede afectar a los menores durante un período de su infancia o en su futuro. Por ello, la familia y los educadores deben formar parte de su vida y su formación. Teniendo esto en cuenta, el período de auge tanto del franquismo en España como del nazismo en Europa fueron unas etapas violentas e inquietantes para los pequeños, cuyas familias debían apoyar un régimen. Obsesionados por unos prejuicios y ejerciendo la violencia contra quien se negara a obedecer o, quien ocasionase un peligro para el país.
Hay quienes opinan que unos sucesos tan dramáticos no deben darse a conocer a niños de 12 o 14 años de edad, como quedaron en el pasado, pues pasado está. Sin embargo, no conocen el universo en que estos niños se mueven en los centros educativos y en las calles. Escenarios donde son ejecutantes o testigos de acosos a otros menores, amenazas, maltratos… Frente a esto es contra lo que se debe luchar: decir no a la violencia y el sufrimiento de aquellas personas que lo padecen por los prejuicios, intolerancia, ideologías, culturas… Y para ello es necesario que los adolescentes se conciencien hasta dónde se puede llegar en la sociedad ejerciendo la violencia.
Es cruel hacer que un chaval de 12 años visione películas de temática nazi, que reflejen la vida en los campos de concentración, el escondite de los judíos, los actos que llevaban a cabo las SS contra quien se negara al régimen… Algunas producciones cinematográficas que muestran este régimen son por ejemplo La vida es bella (Roberto Benigni, 1996 ), Hijos de un mismo Dios (Yurek Bogayevicz, 200), Amén (Constantin Costa-Gavras, 2002), El diario de Ana Frank (George Stevens, 1959), El niño con el pijama de rayas (Mark Herman, 2008), El último tren a Auschwitz (Joseph Vilsmaier, Dana Vávrová, 2006) Alemania, año cero (Roberto Rossellini, 1948)… Pero, también es cruel tener conocimiento de que sus hijos maltratan o acosan a otros y no hacer nada para evitarlo, o saber que su hijo es acosado y no hacer nada por miedo a lo que una micro sociedad de un pequeño pueblo pueda decir u opinar. Entrando así en una espiral de violencia que no termina ni terminará nunca si no hacemos conscientes a la sociedad del daño que puede llegar a ocasionar en todos, aunque fundamentalmente en los niños, los más indefensos: los observadores de hoy y ejecutantes de las acciones mañana.
En aquellos campos de la muerte se llevaban a cabo todo tipo de atrocidades y los testigos estaban como adormecidos por unas políticas de un señor que solo pretendía ser un líder. Terminando con personas de color, judíos, gitanos, homosexuales…, que lo único que los diferenciaba era pertenecer a otra cultura, otra religión, otras preferencias sexuales u otros rasgos. Solo por eso ¿merecían ser asesinados de una forma tan macabra?
En tal escenario de internamiento masivo de reclusos en campos de concentración, campos de exterminio y campos de trabajo, tenía mucho poder el uso de la tortura para causar sufrimiento o como castigo. Algunos filósofos afirman que la tortura además de matar al ser humano, destruye su dignidad. Existen diferentes formas de torturar, además de golpear, vejar, explotar…, el hambre es otra forma de doblegar a los seres humanos. Y de esta forma, perdían la vida muchas personas en estos campos: hambre y desnutrición. No eran considerados personas. ¿Merecían ser asesinados de una forma tan macabra?
Había muchas formas de terminar con sus vidas: mediante los campos de trabajos forzados, campos de exterminio, camiones de gas… El caso de Auschwitz, localizado en Polonia, se considera el complejo más grande establecido por los nazis. Compuesto por un campo de concentración, uno de trabajos forzados y otro de exterminio. Albergaban cuatro grandes cámaras de gas, donde podían reunir más de 1.000 personas al mismo tiempo, para terminar con sus vidas. En estas cámaras se usaba Zyklon B (ácido cianhídrico cristalino) para la aniquilación de los considerados inútiles, como niños, ancianos… Después de que los cuerpos yacieran sin vida en estas cámaras, el resto de prisioneros eran obligados a transportarlos en carritos, donde los soldados se deshacían de sus cabelleras y dientes de oro. Finalmente, los cuerpos eran quemados o enterrados en fosas comunes. Muchos recibían beneficios de todo esto, como empresas que conseguían el cabello y lo empleaban para hacer colchones u otros productos. En este campo de concentración de Auschwitz-Birkenau fueron asesinados 1,1 millones de seres humanos, la mayor parte judíos y 1.200 españoles ¿Merecían ser asesinados de una forma tan macabra por motivos culturales, ideológicos…?
Comenta Primo Levi, un superviviente de uno de los campos de concentración, que “los Lager nazis han sido la cima, la culminación del fascismo en Europa, su manifestación más monstruosa. […] en donde se empieza negando las libertades fundamentales del hombre y la igualdad entre los hombres, se va hacia el sistema concentracionario […]”. Como se está haciendo actualmente por parte de nuestros políticos: NEGANDO LAS LIBERTADES FUNDAMENTALES DEL HOMBRE Y LA IGUALDAD: libertad ideológica, cultural, sexual… además de derechos básicos de los seres humanos como lo son la educación, sanidad y servicios sociales dignos e iguales
Este artículo no compara a los niños acosadores y maltratadores con los nazis, solo que las actitudes de estos en la actualidad, puede llegar a originar lo que aquellos individuos provocaron en la sociedad europea: sembrar el miedo.