Ahora va a resultar que nuestra penuria económica obedece a un problema de dignidad para eludir el término “intervención”, disfrazándolo con los nombres de rescate blando, colaboración, etc. Si seguimos perdiéndonos en la semántica, tremendo error, no lograremos que descienda la cifra del paro, ni las colas diarias en “Cáritas” de cientos de miles de ciudadanos para poder ingerir un plato de comida caliente. El momento requiere otro tipo de soluciones y evitar el perderse entre tantas declaraciones, filtraciones y rumores.
A fecha de hoy, nadie sabe cual es la postura ni que determinaciones va a tomar el ejecutivo. Para el Gobierno es vital el “no solicitar un rescate de la economía nacional” y que nuestro honor no pueda ser mancillado ni confundido con lo ocurrido en Grecia, Portugal e Irlanda, circunscribiéndolo todo al saneamiento de ciertas entidades bancarias con una aportación de 40.000 millones de euros y asunto terminado. Otros colectivos opinan que con tal cifra solo se logrará un lavado de cara muy superficial, que transcurrido cierto tiempo, no mucho, habrá que completarlo con otras aportaciones dinerarias sensiblemente superiores. Lo que resulta inadmisible es que en España tengamos que vivir permanentemente de » recapitalizaciones bancarias”
Si es cierto que la Unión Europea ha aceptado que en España, ajustes y reformas son una realidad. De lo que ya no están tan seguros es si nuestros problemas terminan con la limpieza del sector bancario o pronto aparecerán similares irregularidades en otros sectores…
El presidente de los EE.UU., Barack Obama, infinitamente más pragmático que muchos de los políticos europeos, le asiste toda la razón a afirmar que “no todo consiste en un recorte continuo” como el que se está aplicando en España e Italia. Su crítica, perfectamente razonada, se basa en que si no se solucionan de inmediato los problemas de financiación para estimular el crecimiento de la economía y el empleo, terminará generándose un problema muy serio para los EE.UU., dado que Europa es el principal cliente de las empresas americanas.
En España, la necesidad de soluciones es una urgencia que no admite más demoras sino queremos terminar como un país de subsidiados, cuyo único estímulo moral, estúpidamente, dependa de los resultados logrados por nuestra selección de futbol. Sin duda, los éxitos de “La roja” son un aliciente pero nuestros millones de desempleados necesitan algo más….
Sobre las entidades que anteriormente ya han recibido considerables cantidades de dinero, habría que haber ejercido un control férreo por parte del Banco de España denunciando todas las arbitrariedades cometidas por parte de sus directivos y responsables a los tribunales de justicia y que los aprovechados fuesen juzgados y no premiados con vergonzantes y millonarias indemnizaciones, cuando lo suyo, posiblemente, sería haber ingresado en la cárcel en caso de resultar condenados. Claro que para que todo esto pueda cumplirse, precisamos una justicia eficaz de la que tristemente carecemos. Algo ratificado por la bajísima consideración de los españoles sobre los jueces en la última encuesta del CIS.