Hace unos dÃas Nicolás Sarkozy decÃa lo siguiente: “Gracias a los esfuerzos del señor Zapatero y el sentido de la responsabilidad de la oposición del señor Mariano Rajoy, España ya no está en primera lÃneaâ€. Yo recomendarÃa al presidente francés, al que hay que agradecerle su importante colaboración en todo lo relacionado con la destrucción de comandos de ETA en el Francia, le recomendarÃa, en este caso sà corresponde, que viajara menos y leyera más la prensa de este modo se hubiera enterado como y en qué lugar Rajoy le echó una mano a Zapatero. Creo que no debo de repetir aquà y ahora cual ha sido la actuación de Rajoy en todo lo relacionado con aportar ideas y apoyos para acabar con la crisis, todos sabemos que esto ha brillado por su ausencia en cambio han llovido las crÃticas y las descalificaciones, insultos befas y mofas sobre todas y cada una de las actuaciones que Zapatero ha llevado a efecto para remediar en lo posible la situación que, al igual que el resto de paÃses, estamos padeciendo.
Pienso que Zarkozy, es lógico, ha intentado echarle una mano a su correligionario Rajoy, es muy normal, pero, muy posiblemente sin pretenderlo, el mandatario francés se ha columpiado y lo único que sus palabras han puesto en claro es que desconoce lo que realmente acontece polÃticamente en los paÃses del entorno francés, de saberlo no habrÃa intervenido en este sentido ya que es más que sabido que Rajoy no ha apoyado ni una sola de las medidas de ajuste arbitradas por Zapatero y “recomendadas†por la Unión Europea.
Dicho lo anterior, hay que decir también que son multitud los españoles que piensan que a Zapatero le ha faltado el don de la oportunidad. Una oportunidad que se concreta en que debió poner en práctica, hace ya muchos meses, lo que su colega el hoy ya exprimer ministro portugués, el socialista José Sócrates, puso hace unos meses en práctica cuando la UE le “recomendó†las mismas medidas que al presidente del gobierno de España. José Sócrates, nada más recibir estas “instrucciones†se puso en contacto con la oposición, con la derecha portuguesa, y les puso al corriente de lo que le “sugerÃan†y le preguntó a sus oponentes si estaban dispuestos a apoyar esas medidas. La derecha le dijo que no y Sócrates, fue tajante: “Pues ahora los ajustes los vais a hacer vosotrosâ€. Dimitió como primer ministro y el presidente portugués AnÃbal Cavaco Silva, convocó elecciones anticipadas y ganó la derecha. Un cambio de gobierno que ha venido a sumarse a los de Irlanda e Inglaterra y que no han hecho otra cosa que demostrar que las soluciones no pasan por una permuta gubernamental sino que de lo que se trata es de que todos, Gobierno y oposición, arrimen el hombro. Si Zapatero hubiera hecho lo mismo que su homólogo portugués sin duda alguna hubiera puesto a Rajoy en el escaparate y a estas alturas ya sabrÃan los españoles la verdad, la engañosa y fraudulenta verdad, de la incapacidad de Rajoy para salir de esta situación.
No nos llamemos a engaño, no son los gobiernos, como alguien dijo, los que cambian los ciclos económicos sino que son los ciclos económicos los que cambian a los gobiernos. Y además hay que tener muy presente que gestores polÃticos de la talla de los que forjaron el llamado “milagro alemánâ€, el resurgir de Alemania después de la debacle de la Segunda Guerra Mundial, actualmente no los hay. Esto lo estamos viendo a diario.