En la dictadura de género del reino de España, hay gente que es ‘más igual’ que otra…
«Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros». La rebelión en la granja, George Orwell.
No se asusten, no voy a hablar del Duque “Urmangarín”, que de eso ya se encargan otros.
Voy a hablarles de la valentía de Toni Cantó, Diputado del partido Unión Progreso y Democracia… ¡Bravo, Toni Cantó,… y no te rajes!
Efectivamente, tal cual ha afirmado el pasado 25 de febrero de 2013 Toni Cantó, la gran mayoría de las denuncias por ‘violencia de género’ son falsas. Y los fiscales no las persiguen. Las estadísticas son sesgadas. El diputado y actor afirma también, en otro comentario, que “casi el 5% de los mayores de 18 años ha pasado por un procedimiento judicial por violencia de género y por dependencias judiciales sin pruebas”.
¡Bravo Toni Cantó por tu honestidad, tu enorme valentía…! Les has dado a los y las feminazis en donde más les duele… ladran, luego cabalgamos.
Sí, Toni Cantó ha sacado a relucir posiblemente el mayor embuste de la España actual, desde la “Transición”, la grandísima mentira de la ‘violencia de género’, que ha llevado a legislar en los últimos años (Todo ello empezó con Felipe González, continuó con Aznar y remató la faena Rodríguez Zapatero) engendros, perversidades cientos, con apoyo entusiasta de la mayoría de partidos políticos con representación parlamentaria, sea en el Congreso de los Diputados, sea en los diversos parlamentos regionales… Hasta convertir a España en un “régimen de apartheid por razón de sexo” en el que los hombres, varones carecen de los derechos más elementales, por el simple hecho de haber nacido con pene…
La denominada ‘violencia de género’ es un embuste de enorme magnitud, del cual se lucran casi toda la casta política parasitaria, los sindicatos, la patronal, y un enorme número de ‘ongs’… Aparte de ser un grandísimo negocio para cientos de psicólogos, abogados, y un largo etc.
Y además, es la perfecta excusa para haber montado una enorme estructura que, da cobijo a multitud de ‘profesionales-liberadas para asuntos de igualdad y género’, miles y miles de parásitos y parásitas que se lucran de nuestros impuestos, con el ‘noble pretexto’ de proteger, liberar a las mujeres de supuestos riesgos ‘de género’.
En estos tiempos en los que se habla constantemente de corrupción en cualquier informativo, sea de televisión, de radio, en Internet, en periódicos, de manera insistente, y se reclama regeneración por doquier; se está olvidando mencionar una de los más grandes motivos de corrupción, latrocinio, estafa a los españoles: la gran mentira de la violencia de género.
No hay noticiario de televisión, o de radio, o periódico diario que no incluya entre sus ingredientes, día tras día, algún comentario sobre eso que han dado en llamar la ‘lacra socia’” del siglo XXI (según el Diccionario de la Real Academia, lacra es sinónimo de secuela, cicatriz, daño ocasionado por contagio de una enfermedad, vicio físico o moral…). Al oír este vocablo acompañando a eso que llaman ‘violencia de género’ la persona que lo escucha se sobresalta y sobre todo llega al convencimiento de que el asunto del que informan los medios de comunicación posee tal magnitud que sólo se puede interpretar como una descomunal e inadmisible tragedia…
Bien, pero ¿Qué hay de verdad en todo ello? Veamos la realidad que nos contaba el Ministerio del Interior en sus estadísticas de hace pocos años:
DATOS SOBRE VIOLENCIA Y MALTRATO EN EL PERIODO COMPRENDIDO ENTRE 2001 Y 2005, MINISTERIO INTERIOR, ANUARIO DE 2005
MUERTES EN EL AMBITO FAMILIAR
Autores: Cónyuge, Ex cónyuge, Novio, Novia, Compañero/a sentimental, hijos, hijas, padre/madre o pariente.
AÑO 2001:
68 mujeres……………64%
38 hombres…………..36%
Total…………………….106 personas.
AÑO 2002:
77 mujeres………….61%
49 hombres………..39%
Total………………….126 personas.
AÑO 2003:
84 mujeres………….63%
49 hombres…………37%
Total………………….133 personas.
AÑO 2004:
79 mujeres………….71%
31 hombres…………29%
Total…………………..110 personas.
Año 2005:
71 mujeres…………..55%
56 hombres………….45%
Total………………….127 personas…
(Quienes hacemos un seguimiento exhaustivo del asunto, hemos corroborado que la situación no ha cambiado desde entonces, y que el número de hombres y mujeres muertos sigue siendo año tras año, muy semejante desde el 2005 en adelante)
No es de extrañar que desde que entró en vigor la llamada “ley integral contra la violencia de género”, el 28 de diciembre de 2004 –Días de los Santos Inocentes- se haya dado órdenes de omitir cualquier información relativa al asunto, en las estadísticas de los diversos organismos gubernamentales que tratan sobre la violencia en el ámbito familiar, conyugal, y demás…
Cualquiera que sepa leer llega de inmediato a la conclusión de que de estas cifras poco o nada se habla en los medios de comunicación… Y por supuesto, no son opiniones, son datos reales de la violencia intrafamiliar en España.
Otro asunto más, del que por descontado tampoco se hacen eco los medios de comunicación: España ocupa el quinto lugar por la cola de los países de la Unión Europea en violencia intrafamiliar; “ranking” que tienen el dudoso honor de encabezar países tan “civilizados” como Alemania, Gran Bretaña, Países Nórdicos… Insisto: son estadísticas oficiales.
Generalmente las víctimas son mujeres en no más del 35% de los crímenes violentos que se producen en España; pese a ello, el Congreso de los Diputados aprobó a finales de 2004 una normativa especial para castigar «la violencia contra las mujeres» como si ésta fuera un crimen más horrendo que el de «la violencia contra los hombres».
Es absolutamente una necedad, una idea delirante, un insulto a la inteligencia, que haya quienes afirmen que las mujeres no son proclives a la violencia y que el recurso a la violencia es algo propio de la identidad masculina. Es absolutamente increíble que sólo se hable de la violencia que los varones ejercen sobre las mujeres, que se la compare con el terrorismo o cosas parecidas, y que todo ello haya llevado a que el Poder Legislativo haya creado tribunales especiales para juzgar exclusivamente a hombres, que se hayan creado normas que violan el precepto constitucional a la presunción de inocencia (por supuesto cuando se trata de un hombre) el derecho a un juicio justo y con todas las garantías legales, o que si dos personas cometen el mismo delito sean castigadas de manera diferente si se trata de un hombre o una mujer.
El propio Ministerio de Justicia reconoció desde el primer momento que la perversa ley entró en vigor, por boca del entonces titular del mismo, Juan Fernando López Aguilar, que todo ello ha llevado a un aumento descomunal de las denuncias falsas por maltrato por parte de mujeres inmersas en procesos de ruptura de pareja, con la intención única de obtener ventajas procesales en los pleitos por custodia de los hijos y las disputas por cuestiones patrimoniales; y lo más grave: el actual parlamentario europeo del PSOE dijo que “esto es un daño soportable…”
La Policía y Guardia Civil están más que hartas de verse obligadas a detener a hombres inocentes porque así lo estipula el protocolo. Esto es, detener al denunciado por el simple hecho de que una mujer le ha puesto una denuncia.
Es un secreto a voces el que la inmensa mayoría de las denuncias en procesos de separación y divorcio son falsas. Y lo que es más grave, esto se fomenta desde los organismos públicos cuyos responsables alimentan, vía subvenciones, una más que boyante industria del maltrato.
Es por ello que asistimos hoy, y seguirá en los próximos días, al linchamiento público de Toni Cantó, por atreverse a decir lo que demasiada gente sabe, y apenas nadie se atreve a mencionar.
Las denuncias falsas rara vez son perseguidas de oficio por el Tribunal a pesar de estipularlo así el artículo 456 del Código Penal. Tampoco el Ministerio Fiscal realiza esta labor a pesar de estar obligado por ley. Salvo excepciones que confirman la norma…
Generalmente, tanto los Jueces como los Fiscales miran para otro lado. Incluso cuando el perjudicado lo demanda, el juez de turno lo “inadmite”, argumentando que si persiguieran las denuncias falsas no tendrían tiempo para dedicarse a otros asuntos.
El resultado es la indefensión del hombre denunciado en falso, y por consiguiente la impunidad de la mujer falsaria que, sabe que tiene un arma infalible para hacerle la vida imposible a su exmarido.
Según los datos del Consejo General del Poder Judicial las condenas apenas representan el 9,7% del total de denuncias.
Otro aspecto de este perverso asunto, del que también se procura que no se hable, es que la mayor parte de las sentencias condenatorias lo son “por conformidad”. Conformidad dada por el acusado, tras haber pasado unas cuantas horas en el calabozo, cuando no días (cosa frecuente cuando la denuncia se presenta el viernes) tras el consejo del abogado de oficio que le ha tocado y ver cómo funciona la justicia en España. Abogado que cobrará lo mismo independientemente del trabajo que realice.
El reportaje de un televisión de Dinamarca, «False accusations in Spain«, afirmaba que en España se producen alrededor de 350 denuncias falsas de maltrato al día, hemos de recordar que los datos oficiales relativos a 2009, decían que hubo una media de 400 denuncias de maltrato cada día. O sea, 146.000 denuncias durante el mencionado año.
¿Es realmente creíble que en España haya tantos maltratadores?
El régimen de apartheid “de género” instaurado en España, del que apenas nadie desea que se hable, ha acabado con el derecho constitucional a la presunción de inocencia de la mitad de la población española, ha creado tribunales de excepción (denominados de violencia de género) en los que solamente se juzga a los hombres, y en los que se les castiga más severamente que a las mujeres en caso de incurrir en el mismo tipo de ilícito penal, ha abolido, también para los hombres, el derecho constitucional al recurso de hábeas corpus, ha derogado también el derecho a un juicio justo, con plenas garantías legales, en los que se condena habitualmente a los hombres con la versión de la mujer denunciante como única prueba, porque así lo ordena la jurisprudencia del Tribunal Supremo.. y mientras tanto:
Las mujeres realmente maltratadas siguen desprotegidas, pues el miedo les impide tomar cualquier clase de iniciativa, ya que saben sobradamente que ni una orden de alejamiento, ni pulseras, ni policías jubilados al otro lado del teléfono, pueden impedir que su maltratador termine asesinándolas.
Claro que la cruda y tozuda realidad es la que es: la Ley Integral contra la Violencia de Género fue diseñada para que las mujeres que lo desearan, pudieran presentar con total impunidad denuncias falsas por maltrato contra sus esposos, para de ese modo conseguir ventajas procesales en los pleitos de divorcio, por la custodia de los hijos menores, y por la liquidación del régimen económico de gananciales… Todo ello ha conducido a que desde diciembre de 2004 hayan sido procesados injustamente más de un millón de hombres, por el simple hecho de haber nacido con pene…
¡Bravo Toni Cantó, pues como decía George Orwell,
“En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario”!
E insisto: ¡No te rajes!