“Lo que sí tiene claro la gente es aquello que dice que “el que calla otorga”. Y Rajoy está callado, muy callado, sospechosamente callado”.
Mientras Rajoy deshoja la margarita de “si salgo a hablar, o no salgo” nos tienen a todos entretenidos con las “aclaraciones” que sobre el caso Bárcenas, el caso GÁ¼rtel en definitiva, nos hacen a diario los portavoces del PP, Cospedal, González Pons, Vicente Martínez Pujalte, Floriano y Alfonso Alonso, a cuál de ellos más desacreditado y a los cuales se les ha pillado ya en varias ocasiones en fuera de juego intentando meter un gol creyendo que van a engañar al juez del partido y a sus ayudantes, en concreto a la ciudadanía, y que van a dar el gol por válido.
¿Cómo puede alguien creer que lo que al respecto dice María Dolores de Cospedal, que dijo aquella incoherencia de que con Bárcenas se había hecho “una simulación de contrato” y que la “indemnización fue en diferido” demostrándose que esto era falso y que además esto no tenía ni pies ni cabeza?
¿Cómo puede alguien creer en las palabras de Esteban González Pons, cuando ha dicho cosas tales como “no podemos considerar que trabajar en la UE es trabajar en el extranjero, porque si lo hacemos así, nos estamos equivocando” “En la medida en que estén (nuestros jóvenes) en la UE están en casa”?
¿Cómo se puede creer a individuos como Vicente Martínez-Pujalte que dijo que “algunos deudores hipotecarios quieren dación en pago para poder comprarse otro piso”? No es de extrañar, el 11 de mayo de 2006 este sujeto escuchaba como le llamaban, en tres ocasiones, al orden siendo expulsado del hemiciclo del Congreso y fue protagonista de una escena sin precedentes al desafiar al presidente de la Cámara Baja y salir entre gritos y reverencias.
¿Cómo se pueden tener en cuenta las palabras de Carlos Floriano, que se atrevió a decir aquello de: “La libertad de información debe tener límites” o “somos el partido más transparente de España”?
Dejo para el final al portavoz del grupo popular en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, un político que a mí me parecía un tanto serio, prudente y respetuoso con los ciudadanos hasta que ha perdido los papeles y afirma cosas tales como la de que el PSOE “apadrina” a Bárcenas.
Capítulo aparte merece Federico Trillo, ese espécimen político que Rajoy ha mandado a Londres como embajador y como genuino ejemplo de la tan cacareada “Marca España”, menuda imagen da este sujeto, este es el mismo que dijo que lo del caso GÁ¼rtel era un montaje de Rubalcaba cuando este era ministro del Interior y que lo estaba llevando a cabo con la colaboración de la policía que emitía informes falsos sobre este caso.
¿Cómo pretenden que creamos a toda esta caterva de impresentables cuya misión es la de mentir y confundir ocultando la verdad de las cosas e intentando hacernos creer que su partido y su presidente no tienen nada que ver en el caso GÁ¼rtel y el caso Bárcenas, dos casos que son uno solo y que aquí el culpable de todo es un personaje al cual ellos han apoyado a muerte propagando a los cuatro vientos su honestidad y que ahora quieren utilizar como chico expiatorio?
Si el mentir y faltar al respeto a los demás insultando a su inteligencia, estuviera penado por la justicia no me cabe la menor duda de que los antes citados tendrían problemas con los jueces. Pero esto no es así, no obstante sí tenemos muy claro que no es a estos a quienes tenemos que creer. En al Partido Popular están muy ofendidos por que, según ellos, hay quienes creen más en lo que dice Bárcenas que en lo que dice Rajoy, ¿pero es que Rajoy ha dicho algo? No ha dicho ni “mu”. Si uno habla y otro no, lo normal es que la gente se forme su opinión según lo que escucha, hacerlo sobre algo que no le han dicho supone el que los ciudadanos se estarían formando un criterio sin fundamento alguno. Lo que sí tiene claro la gente es aquello que dice que “el que calla otorga”. Y Rajoy está callado, muy callado, sospechosamente callado.