Las migas del almuerzo
No sé si Vicente del Bosque, flamante seleccionador nacional de fútbol, campeón de campeones, se ha parado a mirar alguna vez la factura de luz de su chalet. Y no me refiero a abrir la cartita de rigor y dejarla sobre la mesita del recibidor mezclada con la propaganda, sino a auscultar con ojos avizores los consumos, los picos de Punta, Llano y Valle, el precio del kilovatio, el impuesto estatal correspondiente y el consumo medio de los últimos meses. Seguramente, la factura de la luz sea para él una minucia, una muesca sin importancia en su bienparada cuenta corriente.
Pues bien, Vicente del Bosque ha sido “seleccionado” por Iberdrola como miembro del Consejo Consultivo de la eléctrica para Castilla y León. Extrañado por tan rimbombante nombramiento, he indagado un poco con la uña en las funciones de semejante órgano y sus componentes. Para no alargar la miga demasiado aquí les dejo el enlace más reciente que he podido encontrar a “vuela tecla”:
http://multimediaprofesionales.iberdrola.es/Noticias/
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Llama la atención, así, a bote pronto, la pluralidad de dicho Consejo: 3 presidentes de poderosas entidades bancarias y los presidentes de 4 de los grupos empresariales más importantes de la comunidad autónoma. Vamos, algo así como el Consejo de los Sesenta, del que algún día les hablaré, que regía los designios de Salamanca en la Edad Media. Nobles, homes bonos, aristócratas, jurados, jueces y caballeros de sculca y rafala. Nada nuevo bajo el sol, si no fuera porque la propia Iberdrola explica las funciones de dicha institución con la siguiente formulación: “Conocer de primera mano la realidad de la Comunidad, intercambiar información y contrastar opiniones, todo ello con la finalidad de estrechar aún más las relaciones de la compañía con este territorio”.
Ya sé que suena a perogrullada, las mismas que suelo maldecir por estas pantallas, pero no imagino yo a ninguno de los flamantes componentes de la Curia Eléctrica, calculando hipotenusas o cuadrando círculos para poder pagar la factura de la luz a final de mes. Si en verdad “quieren conocer de primera mano la realidad de la Comunidad”, que me fichen a mí. No molesto, no hago mucho ruido, no protesto más de lo necesario y no ocupo mucho espacio. Y uso la luz, a mansalva, sí, porque no hay más remedio; algunos meses me he visto obligado a fraccionar el pago y una vez me cortaron la luz por impago. Mi testimonio podría ser bastante clarificador.
Así que desde aquí me postulo como candidato a Consultor Ejecutivo de Iberdrola. No he ganado mundiales ni presido bancos internacionales ni tengo en mi capital mobiliario el 51% del accionariado de una gran multinacional. Pero soy un consumidor humilde. A veces, cuando me levanto de madrugada, voy al urinario a oscuras “para no gastar”. Espero que eso no cuente como conspiración judeo-masónica. Podría ser la voz del pueblo. Aunque me conformo con ser la voz del mío. De mi pueblo, digo.
Les dejo un tiempo para que se lo piensen. Con lo que sea, aquí estoy. Siempre a su disposición, servicial como una bombilla de bajo consumo.