Sociopolítica

Mientras eres voluntario

Algunos principios nos ayudan a sentirnos útiles y satisfechos cuando hacemos labores de voluntariado social. Aunque parten del sentido común, conviene tenerlos presentes.

Algunos principios permiten convertir el voluntariado en una fuente de crecimiento personal mientras se busca la justicia social y se colabora con personas en situaciones dramáticas. Á‰stos son sólo algunos que recordamos al voluntario:

– Vienes a disfrutar ayudando a los demás. Pero recuerda que el cuidado por el detalle, la excelencia en la calidad son exigencias inexcusables del voluntariado, regido por el principio de la obra bien hecha.

– Asegúrate de que cuentan contigo a la hora de colaborar en la elaboración, diseño,  ejecución y evaluación de los proyectos.

– Recuerda que la formación sin servicio puede ser tan estéril como la acción sin la formación adecuada. La improvisación, la rutina, la falta de seriedad y de cumplimiento de los compromisos pueden hacer un daño irreparable.

– Si no estás contento con el proyecto al que estás asignado, habla con los responsables para  encontrar la manera de que te sientas más útil en otra actividad. Pero desconfía de la tentación de cambiar de servicio «para conocer otros campos o para formarte mejor»: los marginados y los beneficiarios de nuestro servicio jamás podrán ser objeto ni instrumento para ningún fin, por excelso que sea, porque ellos son un fin en sí mismos y sujetos de la relación que se establezca.

– Ser voluntario tiene que producir beneficios mutuos para todos los que estén involucrados en ello. Si no puedes continuar con tu compromiso, díselo al responsable del proyecto, no lo abandones sin más. No tienes derecho a crear falsas expectativas si no las vas a poder cumplir.

– No tienes que hacer gastos extraordinarios. Si el proyecto al que estás asignado exige gastos de desplazamiento, por ejemplo, debes ir a la sede de la Organización para ser reembolsado. Pero no olvides que los proyectos necesitan medios económicos, incluidos los que tú puedas dar en función de tus posibilidades. Es un sofisma pensar que con tu ayuda personal ya «haces bastante». Pregúntate si no podrías ayudar más animando a otras personas a cooperar con la organización.

– Aunque lo hayas oído muchas veces, cuando uno se entrega a los demás recibe mucho más de lo que ofrece. Porque es cierto que «hay más alegría en dar que en recibir».

– Comparte las ideas que tengas para buscar en equipo la mejor alternativa.

– Por último, aunque no por ello menos importante, ser voluntario constituye una valiosa y divertida experiencia.

J. C. Gª Fajardo

SOLIDARIOS para el Desarrollo

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.