Una observación de nuestro sistema monetario y sus consecuencias en la economía, causas sistemáticas de largo plazo de la crisis y el mal funcionamiento monetario.
El dinero es un invento del ser humano, un invento útil, práctico y conveniente en el funcionamiento de un amplio e internacional sistema económico. Conveniente sobre todo en papel o formato digita, facilitando su transporte. El dinero no tiene cualidades económicas de por sí, pero las personas se las otorgan al darle un valor cuantificable para poder intercambiar productos y servicios, independientemente del lugar o tiempo, por otros productos y servicios que desean. En el fondo no es más que un instrumento de intercambio. En los países con una población creciente tiene que haber constantemente nuevo dinero en circulación, pero… ¿de dónde sale este dinero? La mayoría de las personas desconocen su verdadero origen.
La respuesta más obvia sería que el gobierno lo crea y lo pone en circulación a través de inversiones que beneficien y den trabajo a las personas, ya que estas personas son la base del gobierno y este sólo es el representante de sus deseos. De esta manera la creación de dinero seguiría los ideales constitucionales de las democracias en las que supuestamente se vive hoy en día, en ese caso los gobiernos no se tendrían que endeudar desmesuradamente como lo hacen ahora, llevando al sufrimiento de naciones enteras. Lo que muchos ignoran, es que la capacidad de crear dinero ha sido donada a los banqueros y está escondida bajo el término “Fractional Reserve Banking” (Banca de reserva fraccionaria). Este sistema permite a los bancos prestar más dinero del que tienen, sólo deben poseer una fracción de lo que prestan a través de créditos. Por ejemplo, Una persona común después de trabajar 10 horas posee 100 €, los cuales deposita en el banco A. Dicho banco tiene un porcentaje de reserva fraccional de 1 a 10 (10%). Este banco decide prestar 90 € de esos 100 a otro cliente, dejando los 10€ restantes (10%) en la reserva. Estos 90 € existen ahora en la cuenta de otra persona, pero los 100 € de la primera persona siguen constando en su cuenta. Milagrosamente 100 € se han convertido en 190 €, que ahora están en circulación produciendo beneficios en forma de intereses para el banco A. Para hacerse una idea de hasta que extremos puede llegar, el BCE (Banco Central Europeo) tiene, bajo el artículo 4 del Reglamento (CE) nº 1745/2003 (BCE/2003/9), una reserve fraccionaria del 2%, lo que significa que de la cantidad que una persona deposite, el 98% puede legalmente ser usado para inversiones del banco sin participación del real propietario del dinero. El dinero depositado (en BCE) con un plazo de 2 años o más no está sujeto a este reglamento y podrá ser usado para inversiones en un 100%, básicamente duplicando el dinero.
Este sistema funciona con la esperanza de que todos los clientes no pidan sus depósitos a la vez, de esta manera se otorga el dinero de las personas a las entidad bancarias, las cuales lo va a invertir como deseen sin el consentimiento de quien lo deposita. Si la inversión resulta acarrear perdidas, el resultado se compensa con otras inversiones. En el fondo las personas están dando dinero a una organización que juega con ello y se enriquece. El proceso continúa y alcanza sumas enormes, basándose en la premisa de que al final, alguien que produzca bienes o servicios (los trabajadores), pague dando valor al dinero ficticio. Los beneficios de estos procesos escondidos, van últimamente a los bancos centrales ya que ellos sostienen el sistema. Si un banco ha prestado demasiado dinero ficticio y posee menos dinero del que le piden los depositarios (problemas de liquidez) llaman al banco central y este se lo presta con intereses. Ahora el banco privado depende del central. Así se consigue que el sistema dure lo suficiente como para que unos pocos se enriquezcan antes de que la crisis financiera estalle. Con esta capacidad los bancos mueven enormes sumas, como se ve a la hora de sus rescates con miles de millones de euros del contribuyente.
Esta monopolización de la creación de dinero significa que están por encima del gobierno, porque el propio gobierno también necesita pedir préstamos a los bancos y así el estado entra en el juego. Por ejemplo, si un banco central presta dinero a un gobierno con intereses ¿de dónde va a obtener el gobierno el dinero para pagar la deuda además de los intereses, teniendo en cuenta que el dinero para pagar los intereses aún no existe y el gobierno no puede crearlo?. Por lo tanto el estado tiene que pedir otro préstamo para pagar el anterior. Esto solo aumenta la deuda estatal incesablemente creando un círculo vicioso. Por muy duro que se trabaje, como se exige a los trabajadores, es imposible saldar la deuda sin un drástico cambio en el sistema. El país entero acaba siendo un esclavo trabajando incesantemente para pagar la deuda a estos bancos, mientras que los recortes aumentan. El sistema repercute a toda la población, independiente que una persona haya saldado todas sus deudas bancarias. Se ha llegado al punto en el que los bancos están por encima de países y poblaciones enteras, solo hay que observar el caso contemporáneo de Grecia, el primero de muchos. Los bancos centrales, a través de grupos políticos internacionales, dictan a los países que reciben rescates las condiciones que deben cumplir.
Como vemos el problema no está en las supuestas causas de la crisis, con las cuales los grandes medios de comunicación intentan disuadirnos. No se debe uno torturar con los pequeños detalles, como políticos corruptos, sociedades inmotivadas, limitaciones para emprendedores o innovadores y razones económicas de corto plazo. Se debe ir al corazón del problema. El propio sistema necesita un gran cambio.
Fuentes:
Debate con congresista Ron Paul en Estados unidos sobre sistema de reserva fraccionaria y la FED (Reserva Federal, el banco central de EEUU) 28/07/2012. Incluye varios economistas estadounidenses de universidades prestigiosas.
Jesús Huerta de Soto»¨Catedrático de Economía Política»¨Universidad Rey Juan Carlos de Madrid
Estoy en proceso de escribir otro corto articulo con alternativas basadas en estudios e ideas ya propuestas para un sistema monetario sostenible y alternativas dentro de nuestro sistema existente.