En la primera parte, decribía los diferentes modelos educativos y reseñaba la importancia de la educación en un país.
De los modelos analizados en la primera parte me quedaría (personalmente) con el estadounidense por descarte, pero con ciertas variaciones. Por un lado el modelo japonés es cierto que produce a muchos de los licenciados mejor preparados y que mejor trabajan debido a que los acostumbran a la competencia desde pequeños, sin embargo me parece que en dicho modelo llevan esa competitividad al extremo (recuerdo que Japón tiene la mayor tasa de suicidio infantil). De este modelo me quedo con la competitividad desde pequeños, pero no tan extremista.
El modelo chileno le elimino de golpe porque si bien es cierto que hace que las universidades se molesten en mejorar y producir mejores empresarios, médicos, ingenieros… para el futuro, este modelo terminará por quebrar las arcas del Estado, ya que es insostenible. Personalmente se me ocurre una alternativa que es dar subvenciones a las universidades con alumnos con mejores resultados en un examen extraordinario del tipo selectividad (para evitar que las universidades aumenten las notas de sus alumnos injustamente).
Por último el modelo alemán, supone una mayor desigualdad dentro del país, lo cuál me parece poco recomendable desde cualquier punto de vista. Sin embargo si me parece reseñable que se potencien aquellas carreras de las que más necesidad tenga el Estado, no permitiendo así la sobrecualificación del mercado laboral y obteniendo un mayor control sobre la tasa de desempleo.
En conclusión, mi modelo educativo contaría con una educación básica obligatoria para todos, con una importante inversión en educación para mejorar el profesorado y proporcionar a los alumnos métodos de enseñanza más efectivos, así como aulas menos pobladas. Pequeñas cribas cada 2 años (por ejemplo) que vaya aglutinando a los estudiantes que prefieran incorporarse al mercado laboral en unas clases y en otras a los que más se esfuercen (siempre fluible el cambio de una a otra clase) y por supuesto no llegando a la explotación de los niños japoneses. También me parece que dentro de la inversión en educación una parte importante debe ir hacia las universidades con mejores resultados (como ya he explicado antes) y para aumentar el presupuesto de estas a nivel investigador (recordar que un gran porcentaje de los avances científicos se deben a las universidades y sus departamentos de investigación). Por último añadiría del modelo alemán la necesidad de que el Estado promueva aquellas carreras de las cuáles no saldrá paro debido a la fuerte demanda de profesionales. Esto también me lleva al planteamiento de si es lícito que cualquiera pueda estudiar una carrera en una universidad pública, en las cuales no se paga lo que en realidad cuesta la carrera sólo unas tasas, debido a que se supone que el dia de mañana esa persona ganará más dinero y por tanto pagará lo aportado por el Estado vía impuestos. Planteo esta duda porque todas las personas que abandonan sus carreras a medias supone un gasto para el Estado de más de 8200 millones anuales. ¿Cómo podemos solucionar esto? La forma más sencilla en mi opinión es obligando a los estudiantes que abandonen su carrera a pagar la inversión que el Estado ha realizado en ellos, así como el establecimiento de mayores tasas de segunda matriculación, provocando un mayor esfuerzo por parte de los alumnos.