Ahora que la monarquía parece estar en el momento más débil, muchos ciudadanos españoles coquetean con la idea de la III República. Otros, sin embargo, han quedado convencidos de una vez por todas de que la monarquía es la respuesta. ¿Pero que dicen en uno y otro lado?
Unos afirman que no servirá de nada, que hay muchos problemas y que este debería ser el último que nos ocupe. Suelen terminar sus argumentos sentenciando que la república española es un placebo que utiliza la izquierda para mantenerse unida, que apenas tiene sentido seguir con el debate.
A los anteriores, otros les contestan diciendo que ninguna batalla es pequeña, y menos cuando significa tanto. Aunque no sea el problema principal, conseguir un triunfo en la república puede ayudar cual panacea a conseguir más cambios en otros aspectos.
Pero todo este debate no tiene ningún sentido si el gobierno y las demás fuerzas políticas censuran el debate y no dejan que sea el pueblo el que decida. Hasta entonces ambos lados se preguntan porque no se les permite abrir un debate que consideran necesario.
