Mientras unos cuantos estúpidos deciden robar al prójimo para satisfacer su baja autoestima, otros deciden dar un paso adelante en el futuro económico mundial, incorporando en su formación técnicas budistas.
Pero claro, todavÃa existen muchos que, acogidos al todavÃa sistema esclavista y manipulador, directamente heredado de la ideologÃa fascista (izquierdas o derechas), siguen pensado que con su extralimitado orgullo y afán avaricioso van a conseguir triplicar los beneficios de su empresa cada año.
Pues bien señores, ya es hora de que amplÃen sus estrechas percepciones, ya que datos como los aportados por la revista Fortune han demostrado hechos como que las empresas en las que los trabajadores se sienten motivados cotizan en  bolsa un 50% más que las que humillan a sus empleados.
¿CÓMO? ¿POR QUÉ?
Pues sencillamente porque señores como Lobsang Namgyel — un australiano que, después de un grave accidente, se alejó de su carrera como hombre de negocios incorporándose a la doctrina budista— ahora forman a ejecutivos en técnicas de meditación para conseguir que ciertos pensamientos destructivos que se pueden alojar en la mente todos, y principalmente de los que se enfrentan con las consecuencias del poder, no acaben extendiéndose por las mentes de los que están a su alrededor, invadiendo todo con esa quÃmica.
Afortunadamente, cada vez más hombres y mujeres con altos cargos están apostando por coaching  de este tipo, los cuales consisten en verdaderos retiros espirituales con monjes y formadores ya especializados en esas materias.
Y es que muchos siglos han tenido que pasar para que los avances en el conocimiento de la mente humana, conseguidos por esos señores vestidos de naranja. Con ojos rasgados y amplias sonrisas, comiencen a ser entendidos por nosotros, occidentales sabelotodo.
Es el momento de la unión total de todas las culturas, del progreso humanista conjunto. Y más vale que todos esos que, por su inmenso MIEDO, siguen enclaustrados en sus conceptos feudales, se adapten a ese progreso. Porque, en caso contrario, muy pronto se van a encontrar humillados ante su apisonadora.
Bien es cierto que llevará tiempo, y que tendremos que luchar duramente contra la resistencia que opondrán los que se sienten faraones de V dinastÃa.
Pero si los ejecutivos modernos se están convirtiendo en monjes, desde luego, existe una enorme esperanza de que el orgullo deje paso a la verdad.
¡Lo conseguiremos!