A decir verdad esta es una de esas ocasiones en que la sorpresa, aunque a estas alturas uno ya no se sorprende por nada, me lleva al punto de no saber cómo empezar este escrito por lo que de alguna forma intentaré relatar y comentar unos hechos, hasta ahora no desmentidos, que he leído en un periódico digital, de la forma más clara y objetiva posible.
El caso es que ese periódico nos relataba que el émulo del Sheriff de Nottingham, aquel personaje tan cruel y despiadado que recaudaba fondos para el Príncipe Juan, me refiero, claro está, al ministro de Hacienda y por tanto recaudador de impuestos, Cristóbal Montoro, al ser, además de ministro, diputado nacional por Sevilla, cobra anualmente del Congreso 10.200 euros en concepto de “alquiler de vivienda”.
La cosa no tendría mayor trascendencia si no fuera porque se da la circunstancia de que Cristóbal Montoro, posee un chalet en la sierra de Madrid, que era su residencia habitual cuando fue nombrado ministro, a más de dos pisos en Madrid, así consta en el registro del Congreso. En un principio se pensó en dotar de medidas de seguridad el chalet del ministro de Hacienda por lo que esta institución gasto 30.000 euros en revisar la seguridad de la vivienda, algo a lo que no hay nada que objetar pues es normal cuando se trata de cargos públicos importantes el observar ciertas normas de seguridad en prevención de posibles atentados. Una vez realizado este gasto el ministro consideró que tenía que realizar más de 100 kilómetros diarios para acudir y volver a su despacho, por lo que el Ministerio le proporcionó una vivienda en la cual habita en la actualidad. Vivienda por la que no paga alquiler alguno ya que se la facilita el propio Ministerio del cual él es su titular. Hasta aquí todo sería muy normal y muy correcto si no tenemos en cuenta que según ese diario digital Montoro viene cobrando esos 10.200 euros anuales antes citados para resarcirle de un pago de “alquiler por vivienda” que el ministro no está pagando al ocupar una vivienda proporcionada por el Ministerio y por la cual no paga arrendamiento alguno.
Comprenderán esa sorpresa que experimenté al leer esta información pues no entiendo que todo un ministro de Hacienda, que de forma constante nos está “fustigando” el bolsillo a los españoles, que nos exige sacrificios para sacar el país adelante y que nos asusta cuando en nuestra declaración de la renta surge alguna anormalidad e ingresamos 200 o 300 euros menos, amenazándonos poco menos con ser ahorcados si de inmediato no regularizamos el “tremendo fraude” cometido, evidentemente esto no tiene nada que ver con lo que sobre el fraude comenta Gestah, asociación en la que están integrados los Técnicos del Ministerio de Hacienda, que propone que se intensifique la lucha contra el fraude y enfocarla en investigar la evasión protagonizada por las “grandes fortunas y grandes empresas que concentran el 71,8% del fraude fiscal total” y que esta parte supone para el Estado una pérdida de recaudación de más de 42.000 millones de euros anuales, la verdad es que no entiendo porqué el ministro no predica con el ejemplo a la hora de “sacrificarse” para levantar la maltrecha economía de este país.
Claro, ya entiendo porqué Montoro dice que la cosa va mejorando, va mejorando para él que cobra del dinero de los contribuyentes, de todos los españoles, 10.200 anuales para el alquiler de un piso en Madrid que no tiene alquilado, ya que, repito, habita en una vivienda proporcionada por el Ministerio de Hacienda y por tanto no paga alquiler alguno. Es como si el presidente del Gobierno tuviera que pagar un arriendo por vivir en el palacio de La Moncloa. Según la citada fuente al ministro Montoro no ha renunciado a cobrar esos 10.200 euros. Con este tipo de ingresos entre los que se incluye el sueldo de ministro que no será “moco de pavo”, Montoro puede afirmar que los salarios en España van subiendo, pero creo que esto lo afirma, estoy seguro, sin hablar con los interesados, con los trabajadores que han visto sus sueldos rebajados en más de un 7%, yo le sugeriría al ministro de Hacienda que les preguntase a los trabajadores de la Lavandería Central de Madrid si están “contentos” con que les hayan rebajado sus salarios en un 40% y a los trabajadores de la cementera Cemex, en San Vicente del Raspeig (Alicante) si están dando saltos de “alegría” por que les haya rebajado su sueldo en un 25%, o a los de Kelme un 20% o a los de la Cámara de Comercio de Alicante un 30%. Que le pregunte a todos estos.
Yo la verdad es que no entiendo la fantástica y desvariada euforia de Montoro y una vez más me pregunto que qué será lo que fuma este ministro.