Sociopolítica

Moreno Bonilla y el dedazo de Rajoy

Años atrás, cuando se utilizaba el dedo índice de la mano derecha señalando a alguien, normalmente era para acusarle o censurarle tras ser sorprendido en falta. Actualmente, dicho ademán representa todo lo contrario, es síntoma de premio o reconocimiento, cuya importancia y posteriores efectos depende de la personalidad del señalante.

Para entendernos, en el ámbito político, no es lo mismo que el apéndice pertenezca al presidente del Gobierno, en cuyo caso adquiere de inmediato la categoría de “divino”, como ha ocurrido recientemente en el caso de Juan Manuel Moreno Bonilla, político prácticamente desconocido que tras ser nominado por Mariano Rajoy como candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, al día siguiente ya era más popular que algúno de sus ministros, si bien, el verdadero y sorprendente portento ha consistido en que, necesitando solamente 90 firmas para aspirar al cargo, por milagrosa intercesión rajoniana, en 24 horas, dicha cifra se convirtió en 9.000.

Cuando el poderoso y eficaz dedo pertenece a un miembro de la oposición, como por ejemplo al secretario general del PSOE, Pérez Rubalcaba, aunque no está preparado para obrar milagros, entre otras razones porque en su formación la mayoría no creen en ellos, y en tales ocasiones, la fe, juega un papel vital. No obstante y sin adquirir en este caso el rango de “divino”, también en el partido Socialista se utilizan los nombramientos digitales, como recientemente ocurrió con Susana Díaz a la presidencia de la Junta, dándose la circunstancia de que por causas desconocidas desaparecieron sus competidores.

Una vez aclarada la diferencia entre “divino dedazo” y un simple “a dedo” a secas, analizando el proceso de canonización de Juanma Moreno, que directamente ha sido santificado sin haber sufrido, dada la premura, por las fases de venerable y beato, en principio muy poco se puede apuntar sobre este candidato a la presidencia del PP-A, entre otras razones porque ya se encarga y preocupa el mismo de repetirlo. Proclamar tal como afirma que “Lo tengo todo: los mimbres, el partido con los pies pegados a la tierra y toda la ilusión y las ganas para convertirme en el primer presidente de la Junta de Andalucía del Partido Popular”, cuando menos resulta bochornoso.

Sobre cohechos, envilecimientos y guarreríos varios, manifiesta el justiciero Moreno que “no le va a temblar el pulso para expulsar del partido a cualquier corrupto ni a tolerar ninguna sombra de sospecha. La tolerancia en el PP de Andalucía, es y seguirá siendo cero”. En línea similar, estando en Córdoba, acusó a Susana Díaz de falta de ilusión, mientras que él “Se muere por ser Presidente de la Junta de Andalucía por tener toda la ilusión y todas las ganas

mariano-rajoy-00¿Pueden considerarse normales este tipo de declaraciones en una persona que aspira a gobernar y solucionar los terribles problemas que padece Andalucía? Incomprensible como el PP permite que un presunto neurótico del poder siga expresándose de tal forma, con lo cual solo consigue coadyuvar al galopante desprestigio de la profesión a tenor de lo reflejado repetidamente los sondeos de opinión. No puede entenderse como Rajoy, dotado de gran sentido común, puede tolerar que afloren “salvatrias» como Moreno Bonilla y se permitan la licencia de soltar en público semejantes despropósitos. Presidente: los andaluces, más que ilusión y zarandajas, lo que necesitan es trabajo y no depender de los malditos subsidios.

A nadie le interesa quien le escribe los discursos a este “peculiar” político, pero escuchándole produce grima. Sus mensajes, totalmente desenfocados resultan ajenos a la realidad que vive la sociedad andaluza. Parece indicar que solo persigue su lucimiento personal a golpe de promesas pero huero de realidades. Los andaluces no piden. Necesitan y exigen empleo, respuesta a la crisis, creación de un tejido industrial y que tanto sanidad, educación y servicios funcionen adecuadamente.

Sobre el currículum del personaje, original y cargado de imaginación y con una especial visión de la realidad, mejor obviarlo. Con la ya publicado es más que suficiente. Pretender adornarse a estas alturas a golpe de fantasías dice muy poco de un político medianamente serio. Cuando acude a las tertulias se limita a repetir el argumentario aprendido de memoría y escrito por sus asesores pero sin aportar nada nuevo. Carente de naturalidad no sabe estar, gestos mecánicos y repetitivos, encorsetado, parpadeante y pretendiendo aparentar algo pero sin conseguirlo. .

Todo parece indicar que el nombramiento de Moreno Bomilla, sin entrar en los lamentables y soterrados enfrentamientos entre Rajoy y Cospedal García, puede resultar un fiasco total y con el temor de ser pieza algo tierna para Susana Díaz.

La Comunidad Andaluza no demanda aprendices que vengan a rodarse en esta región y de paso hacer carrera, sino avezados políticos que aporten su experiencia, conocimientos y profesionalidad. Mire don Mariano: cuando un político como Javier Arenas, no fué capaz de lograr la mayoría absoluta para gobernar en Andalucia, permítanos muy serias dudas sobre el éxito de su candidato. Docilidad, obendiencia y disciplina, toda. Es un buen chico que lo consultará todo antes de meter la pata, pero… no es eso lo que necesita el PP para triunfar en Andalucía.

¡¡Tiempo al tiempo!!

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.