Financial Times ha elaborado un listado con una clasificación de las 50 mujeres más distinguidas del mundo de la empresa y los negocios. Ninguna española, y la consideración expuesta por Sabanci, presidenta de la firma turca Sabanci Groupdurante, en la conferencia Mujeres en la Cima, de que “en los países en vías de desarrollo es mucho más fácil encontrar mujeres en posiciones relevantes porque no hay reglas escritas sobre quién debe liderar”.
Sin embargo, a pesar de estos nombres, la presencia de mujeres en la empresa, sigue siendo una asignatura pendiente, y el Techo de Cristal, una realidad que, constantemente nos recuerda que es la mujer la que asume la práctica totalidad de las responsabilidades familiares, y esto constituye su principal hándicap a la hora de promocionarse laboralmente.
Mayoritariamente en el mundo empresarial, se sigue teniendo como sistema de elección de altos cargos, la cooptación, es decir la libre elección, no la valoración de méritos o una reglamentación basada en criterios estrictamente laborales, y esto es el último gran escollo para que la mujer se acerque a las cifras de representatividad que ostentan los hombres. Quienes siguen tomando las decisiones de promoción, son los hombres.
Pero pese a las dificultades, el liderazgo femenino es cada vez más una realidad, y previsiblemente en los próximos años crecerá exponencialmente, porque la mujer se está haciendo valer, y saca partido de sus aptitudes, en un mundo eminentemente masculinizado, y esto la catapulta a esferas de alta dirección.
Para enfrentar el futuro sobre una base real de igualdad, necesitamos construir ésta desde la educación más primaria, modificando nuestras creencias más arraigadas, y sólo como consecuencia de ello, se modificarán las prácticas empresariales, de representatividad social o de gobierno. El primer cambio es “aprender a superar” la inercia atávica, y posteriormente “aprender a aprender” las tendencias claves que conformarán el futuro de los comportamientos sociales.
Clasificación: