Con el descubrimiento de América y la subsecuente colonización forzada de tierras indÃgenas en América Latina; estos pueblos sufrieron; en algunos casos, destrucción total de su raza y cultura por medio del mestizaje impuesto; se convirtieron en los nuevos habitantes asimilados por la cultura dominante de origen europeo. La que, conmunmente se le llama «Cultura Occidental». Orgullosos de ser «indohispanos parlantes».
Otros, como los miskitos o los mayagnas en Nicaragua; resistieron los embates de la colonia y conservaron sus lenguas y tradiciones pero fueron relegados a vivir en una indifencia social sin voz ni voto en la toma de decisiones de la «Cosa Publica» homogenea y alienante.
El desarrollo concebido en el mundo occidental es homologante y generalizado; de allà que los indÃgenas adopten una posición de incredulidad y resistencia frente a este fenómeno integracionista.
El «Mundo IndÃgena» tiene como base fundamental el amor y apego a la TIERRA MADRE; vivir en armonÃa con la naturaleza. Desarrollar su modelo económico comunitario y sus formas tradicionales de gobierno.
El indÃgena sólo toma de la tierra lo que necesita para vivir y mira con preocupación y desagrado los avances de las venas y arterias de asfalto por que sabe que está en peligro no solo su sobrevivencia si no también su cultura.
Los indÃgenas saben que si llega el «desarrollo» a sus comunidades mejorando las vÃas de comunicación con las ciudades; serán objeto de invasiones masivas de inmigrantes depredadores que llegarán a posesionarse de sus tierrasy de sus recursos. Saben que serán desplazados polÃtica, económica y socialmente sufriendo una desintegración de su mundo indÃgena.
Este enfrentamiento «Mundo Occidental» vs «Mundo IndÃgena» ¿Es salvable? Sà es salvable; pero debe de abrirse una vÃa de concertación entre el gobierno y los pueblos indÃgenas a la luz del Convenio 189 de la OIT que establece y cito: El derecho internacional establece que los «pueblos indÃgenas y tribales son dueños de las tierras en que viven y que usan» y a la luz de la «Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indÃgenas» que establece el derecho que tienen los pueblos indÃgenas a su libre autodeterminación, al autogobierno; el derecho a que determinen libremente su condición polÃtica y persigan libremente su desarrollo económico, social y cultural.
Debe abrirse la agenda.
Fernando Saavedra A.