Los polÃticos andan en sus cuitas habituales, nada nuevo bajo el sol, la economÃa va hacia abajo nadie lo remedia, los polÃticos actúan con espurios intereses no se mira el bien común.
Las ataduras económicas son las que marcan nuestra existencia, los polÃticos no tienen estreches económicas porque viven en un mundo paralelo donde todo es fácil.
Hay dos mundos la gente común en un lado que lucha por sobrevivir ,llegar a fin de mes y poco mas y después están la casta de polÃticos que amparándose en las votaciones cada cuatro años dan la cara una sola vez ,para luego refugiarse en su mundo de paz y tranquilidad con su mundo lleno de lujos asesores ,secretarias ,choferes y demás servidores de los ciudadanos o eso se dice popularmente aunque cada dÃa hay más dudas ,todo parece un circo donde los ciudadanos solo son meros espectadores de las ocurrencias de un polÃtico que mira por su bolsillo y luego si queda algo mira por el bien común.
Es triste esta sociedad nadie parece levantar la voz para protestar por aquello que no le parece justo ,la clase media es un ente que paga todo aquello que se le ocurre al polÃtico de turno ,todo es fácilmente asumible por la clase media pagadora de todo aquello que se le ocurre al polÃtico de turno ,que aislado de la realidad dice velar por el bien común ,cuida nuestra salud, costumbres y procura que no seamos ciudadanos demasiado crÃticos ,pensar está mal visto ,el estado es gran vigÃa de nuestra existencia desde la cuna hasta la tumba ,el estado lo decide todo o casi por uno.
Es triste ver como la sociedad se resigna a una gran subida de impuestos, nadie levanta la voz todo parece que no se puede mejorar, ni cambiar, ni nada parecido.
Solo la sumisión al poder establecido es lo correcto, no importa nada mas solo se protesta en las tertulias con amigos, en los bares y poco mas, se asume como normal que nos frÃan a impuestos, que nuestros bolsillos estén cada dÃa mas vacios y nadie parece tener la fuerza suficiente para despertar las conciencias de la gente que hasta hace poco vivÃa en la abundancia y la alegrÃa consumista presidia nuestra vida.
Un dÃa sonó el despertador y nos despertamos de un sueño que parecÃa que no iba tener fin y nos golpeamos con la realidad ,somos más pobres y los polÃticos que dicen representarnos nos ignoran ,mientras viven de nuestros impuestos ,y todo sigue igual ,la gente se queja y mira para otro lado.