Una nueva resonancia magnética, desarrollada por un grupo de investigación de la Universidad de York (Inglaterra), permitirá a corto plazo realizar diagnósticos médicos de forma mucho más rápida, con mayor sensibilidad y más económica que las actuales. De este modo, la sensibilidad de la exploración médica aumentará y será posible detectar las células tumorales en estadios más iniciales. Esto redundará en diagnósticos más precoces y actuaciones terapéuticas más tempranas, factores fundamentales a la hora de hacer frente a los procesos oncológicos.
Así lo ha asegurado en Zaragoza, Simon Duckett, catedrático y director del centro de investigación en Resonancias Magnéticas de la Universidad de York. Duckett ha impartido una conferencia detallando los avances de este trabajo, como actividad previa a la reunión del proyecto Consolider Orfeo que se celebra hoy jueves, del que es miembro, y que lidera la Universidad de Zaragoza.
El profesor Simon Duckett es internacionalmente conocido por la publicación de sus recientes trabajos de investigación en la prestigiosa revista Science, especialmente por sus hallazgos y avances que están revolucionando la técnica de la Resonancia Magnética Nuclear (RMN), imprescindible hoy en día en diagnósticos sanitarios de alta fiabilidad y precisión. Su equipo ha desarrollado una nueva metodología de trabajo que permite hacer espectros de Resonancia Magnética Nuclear, mediante sistemas de mejora de ciertos compuestos químicos: en concreto, se logran resultados en tres segundos que antes precisaban de hasta cien horas.
Por lo general, las resonancias magnéticas estándar trabajan midiendo información de los átomos de hidrógeno encontrados en el agua y en la grasa contenida en los tejidos del cuerpo. Pero la nueva técnica en la que investiga el grupo inglés permite también medir datos de las moléculas a base de carbón que son los componentes básicos de los tejidos. El profesor Duckett también ha avanzado que esta nueva técnica, con mayor sensibilidad, permitirá sustituir los actuales productos químicos que se administran al paciente (contrastes) por sustancias más inocuas como el agua. En este sentido, ha recordado que estos contrastes son en realidad sustancias radiactivas o metales pesados, que no son totalmente inocuos para el organismo.
Accesibilidad en Atención Primaria
Además estos avances tecnológicos que se están introduciendo, permitirán en un futuro abaratar costes no solo en su aplicación sanitaria sino en su misma fabricación, lo que puede revolucionar su accesibilidad. El objetivo más deseable, según su criterio, sería que las resonancias magnéticas nucleares pudieran ser utilizadas en los centros de salud de Atención Primaria, el primer eslabón de la cadena sanitaria, permitiendo su utilización por los médicos de familia adelantando pruebas y diagnósticos.
La resonancia magnética se considera un sistema de diagnóstico muy seguro y fiable. Para ello utiliza imanes y ondas de radio potentes mientras que el escáner para la resonancia magnética contiene un imán. El campo magnético producido por una resonancia magnética es aproximadamente 10.000 veces mayor que el de la tierra. El campo magnético fuerza a los átomos de hidrógeno en el cuerpo a alinearse de una cierta forma (similar a la forma como se mueve la aguja de una brújula cuando uno la sostiene cerca de un imán). Cuando se envían las ondas de radio hacia los átomos de hidrógeno alineados, éstas rebotan y una computadora registra la señal. Los diferentes tipos de tejidos devuelven señales diferentes, que quedan plasmados y después estas mediciones son interpretadas por los especialistas.
Un miembro más del proyecto consolider Orfeo, que dirige UZ
La conferencia de Simon Duckett que ha impartido forma parte de las actividades organizadas por el grupo de investigadores del equipo Orfeo de la Universidad de Zaragoza, liderado por Miguel Ángel Esteruelas, catedrático en excedencia y profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Precisamente, hoy jueves el campus aragonés acoge una reunión trimestral del Comité Científico del Proyecto Consolider ORFEO, proyecto que gestiona la Universidad de Zaragoza, y en el que participarán investigadores de los once grupos de investigación que integran este Consolider, diez de España y uno de Inglaterra. Este encuentro reune a 18 representantes del programa Consolider que en un plazo de cinco años busca describir procedimientos sostenibles para preparar compuestos químicos que pueda servir de base para fabricar productos de consumo.
De hecho, este proyecto, liderado por un equipo de investigación aragonés, está siendo muy fructífero y en solo su primer año de trabajo ha logrado hasta seis patentes en textiles y fármacos, entre otros. Así, uno de los grupos ha obtenido un colorante que repele el agua y, por tanto, las manchas de los tejidos. Otros logros han permitido describir nuevos tipos de fármacos que actúan contra la hepatitis C, el cáncer de mama y el de ovarios, aunque todavía a nivel de laboratorio.
En el proyecto Consolider participan además de la de Zaragoza, las Universidades de Valencia, Oviedo, Autónoma de Barcelona, Santiago de Compostela, Castilla la Mancha, Alicante, Complutense de Madrid, Instituto de investigaciones Químicas de Sevilla (CSIC) y Universidad de York.