Como observador de “lo natural”, me he maravillado infinidad de veces, por el proceso del nacimiento y de todo el proceso que conlleva cualquier nacimiento; sea éste vegetal, animal y no digamos del humano. He visto muchísimo de ello, mucho con mis propios ojos y muchísimo, con los de esos verdaderos y sensibles seres humanos, que elaboran esa infinidad de documentales con los que nos muestran la indescriptible maravilla de La Creación, mostrada en este planeta, al que incluso los sabios filósofos antiguos, consideraban como “un ser vivo”.
La última observación fue en mi propio huerto (donde tantas he tenido) y fue al observar una almendra caída de las altas ramas de un almendro y las que recojo cuando el aire las tira. Pero ésta y debido a las continuas y abundantes lluvias, no la he visto a tiempo y cuando la he visto… ya tenía un brote que apuntando al suelo, se clavaría en el mismo en busca de nutrientes, para posteriormente lanzar otro brote hacia el cielo y en busca del padre Sol; es la operación de cualquier semilla que dirige sus dos brazos, uno hacia abajo para nutrirse y sustentarse y el otro para desarrollarse al máximo y recibir el alimento atmosférico y sideral que necesita… y ello es maravilloso el verlo y apreciar, el que algo inerte en principio, tiene la enorme fuerza (yo necesito un martillo para partir una almendra) de primero abrir su fuerte y seguro recipiente contenedor, luego para clavarse en la tierra y empezar a luchar para llegar a ser un bastante corpulento árbol… pues bien, ese o similar proceso es el que ha formado esas enormes selvas y bosques que existen y que igualmente nos maravillan… “en ello hay algo sobrecogedor” y por ello y muchas cosas más, yo dudo en que de verdad existan ateos; yo soy creyente… y lo que no quiere decir que entienda a Dios… “o como quieran denominarlo”: pero existe.
Pues bien, si pasamos del mundo vegetal y pasamos al animal… yo y hace muchos años, me sobrecogí y sentí incluso un dolor extraño, al ver en un documental, como una insignificante (por lo minúscula) “especie de gamba o quisquilla”; mantenía en su vientre a sus crías y allí estaban, hasta que consumiéndose la madre para que éstas comiesen de su cuerpo… al final las crías salían vivas y ágiles y muy ordenadamente de aquel “claustro materno” y el que quedaba totalmente vacío, consumido y… muerto. Terrible lección de la Madre Naturaleza; que en otras estampas nos horroriza, caso de la Mantis… la que y tras la copulación, suele comerse al macho… posiblemente por cuanto lo necesita para engendrar la nueva vida. No hablemos de otros animales superiores (mamíferos como nosotros) que matan o mueren, defendiendo a sus indefensa prole.
Podría seguir contando muchísimas cosas más, pero lo que pretendo es reforzar mi propio pensamiento y si logro que quien esto lea, le sirva para algo; me sentiré satisfecho puesto que ahora entro en algo… muy discutido, quizá demasiado.
Lo último que he leído y que igualmente me ha maravillado, es un trabajo de varias páginas y con profusión de datos, sobre la concepción, embarazo y formación de un ser humano. Lo ha publicado la revista XL SEMANAL en su número del 28-11-2010; bajo el título de: “Nueve meses que marcan el resto de nuestra vida”; escrito por una mujer (Isabel Navarro; y a la que felicito efusivamente); por lo que en el trabajo se nota el sentir femenino y maternal de la hembra humana. Búsquenlo y léanlo, puesto que no lo lamentarán, ni mucho menos.
Les copio algunas breves pinceladas: “Día 15: A partir de ese día se organiza el sistema circulatorio de un embrión, gracias al flujo de sangre materna que llega a través de la placenta. Días 16-21: Aparece el esbozo cardíaco (corazón) como centro motor de la circulación sanguínea. Día 21: Se produce el primer latido. Desde su primer día de vida, el embrión y la madre se envían señales. Un milagroso ida y vuelta que, al cabo de tres semanas, da paso al primer latido. Así se desarrolla ese milagroso “diálogo molecular”.
No copio más, considero más que suficiente para tratar de entender algo esta maravilla; por mi parte y en relación a “la almendra” arriba citada; ella descansa ya en un tiesto, donde y como en otras ocasiones, se irá formando un almendro, que después será pasado a tierra para que siga creciendo.
Y como habrán entendido, sobre y entre líneas; ya habrán leído, lo del tan controvertido aborto… lo de que si el ser humano lo es, o no lo es, a un tiempo determinado de días o fechas… yo y visto y leído todo lo que cito y mucho más que he leído y visto y desde hace mucho tiempo; yo creo que la concepción empieza de inmediato a que el espermatozoide perfora al óvulo y es a partir de ese instante, cuando ya empieza a formarse el ser que si se cuida, llegará a adulto… “como llegamos usted o yo”; para qué buscar más comparaciones.
Es por lo que hay que tener cuidado, sumo cuidado, en; “no hacer lo que no se debe y hacerlo bien siempre”; pero matar algo que ya vive… no sé, no sé, no encuentro la palabra adecuada, la dejo para usted que lee esto; profundizar más, aquí no ha lugar; ni yo me creo capacitado.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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