«¿Cuántos muertos y cuántas tropas invasoras equivalen a un premio Nobel de la paz? Es por una duda que tengo»
Eduardo Galeano
El terremoto del pasado 11 de marzo desplazó la superficie de Japón 2,4 metros. A día de hoy, la guerra en Libia ha desplazado a la crisis nuclear en el país del Sol Naciente de la primera plana de la actualidad periodística. 180 operarios luchan por evitar el holocausto nuclear, mientras en occidente mandamos miles de soldados a derrocar a Gadafi, quien debe ser más peligroso que el uranio y el plutonio juntos. Acudimos al rescate del pueblo libio, a ayudarles en su lucha por la paz y la democracia (nosotros los occidentales decidimos qué dictaduras son democráticas), mientras en Japón 127 millones de personas corren un riesgo que seguramente sea mucho mayor del que dice la oficialidad, en una crisis que marcha hacia la tragedia a una velocidad siempre mayor que su publicitación. Dios salve a Japón, pues la ONU ha decidido salvar el petróleo. Sic transit gloria mundi…