Sociopolítica

Narcoterrorismo en el Perú

En el Perú, el terrorismo y el narcotráfico han unido fuerzas para sobrevivir. El grupo terrorista Sendero Luminoso ya no es lo que era en la década de los ochenta y noventa. Desde la caída de su líder Abimael Guzmán, en 1992, ha ido debilitándose de forma progresiva. Pero, precisamente, para sobrevivir se ha fusionado al narcotráfico, brindándole protección a los narcos a cambio de dinero para financiarse.

El narcotráfico en Perú mueve millones de euros. Con el sucio negocio de la cocaína han corrompido a aldeanos, pequeños agricultores que siembran la hoja de coca, que es materia prima para elaborar la cocaína. A su vez, este siniestro negocio del narcotráfico también ha corrompido diversos estratos de la sociedad peruana.

El gobierno del actual presidente constitucional Ollanta Humala, se ha propuesto acabar con esta lacra. Esta organización narcoterrorista tiene una de sus bases de operaciones en la zona selvática del valle de los ríos Apurímac y Ene, entre las regiones de Cuzco, Ayacucho y Junín. También es conocido por sus siglas V.R.A.E. (pronunciado «vrae»). En esta zona, los efectivos del ejército peruano están arriesgando sus vidas para salvaguardar la vida de millones de peruanos, que observan desde sus casas, en los telediarios, cómo este ejército se interna en la selva para capturar a los narcoterroristas. Se sabe que estos narcoterroristas tienen secuestrados a niños (como se puede observar en el vídeo más abajo), que son adoctrinados para matar. Es realmente abominable que se se utilicen a niños para estos sanguinarios fines. En realidad todo lo que tenga que ver con el narcoterrorismo está impregnado de maldad y perversión: a sus víctimas (soldados del ejército peruano o ciudadanos) les cortan las extremidades o la cabeza como trofeos de guerra.

Hace unos días en la zona de la selva norte del Perú, llamada Huallaga (la otra zona donde los narcoterroristas tienen sus bases de operaciones), se capturó al «camarada» Artemio, un terrorista buscado desde hace años. Fue capturado vivo y está a la espera de ser juzgado por sus crímenes. En la zona de Huallaga, también tenían otro reducto de elaboración de cocaína.

Quizá, para un europeo o alguien que no entienda de las redes del narcotráfico y el terrorismo, sea difícil entender o hacerse una idea de cómo ha calado esa sucia ideología del terror en la sociedad peruana.

Estos narcoterroristas se mueven en las zonas de selva, porque encuentran refugio. En esos terrenos selváticos las fuerzas de seguridad peruanas tienen una difícil tarea. Ahora, en la zona del V.R.A.E. están buscando al «camarada» José, quien es el cabecilla de esa zona.

En el vídeo a continuación se podrá observar con detalle la labor de las fuerzas armadas peruanas en la lucha contra el narcoterrorismo.

Esperemos que pronto esa lacra sea derrotada para que haya paz en el bello país de los incas.

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Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.