Las empresas españolas obtendrán este año sus peores resultados desde que comenzó la crisis, según un estudio de Bolsas y Mercados Españoles. El Ibex35, donde están representadas las 35 empresas españolas de mayor valor, retrocederá a niveles de 2002, cuando acumulaba ganancias de unos 15.700 millones de euros. Con éste, son ya cuatro los años que, de forma consecutiva, disminuyen los beneficios de las empresas.
Los expertos señalan la contracción del crédito y la pérdida de poder adquisitivo de las familias como las dos razones principales de esta situación. La exposición de la banca al sector inmobiliario ha provocado que el crédito no fluya como hace unos años; y el aumento de impuestos y la bajada generalizada de sueldos han disminuido la capacidad de consumo y ahorro de muchas familias. Esto a su vez repercute en los bancos que, cuando no son rescatados por el Estado o la Unión Europea, aumentan sus necesidades de acudir a los mercados exteriores para financiarse a intereses más altos. Con este panorama, no es de extrañar que los ingresos que las multinacionales españolas obtienen en el exterior asciendan ya al 75% del total.
La situación que atraviesa España contrasta con la que experimentan muchos países de América Latina, donde se esperan incrementos anuales del 4% del PIB. Sus empresas multinacionales crecen en torno a un 6% anual y, a diferencia de lo que ocurría hace unos años, el 97% son de propiedad privada. El incremento de las clases medias iberoamericanas ha favorecido la expansión del consumo y la consolidación de sus empresas que, tras afianzarse en sus países de origen, se lanzan a la conquista de otros mercados en otros continentes.
Desde finales de los años noventa, muchos países de Latinoamérica han realizado una serie de reformas encaminadas a liberalizar sus economías. Entre estas medidas se encuentran algunas como las firmas de tratados de libre comercio y de cooperación entre países de la región; la privatización de compañías estatales; y planes de inversión a corto y medio plazo para garantizar un desarrollo sostenible y una modernización de las infraestructuras. A medida que muchos regímenes democráticos se han consolidado en la región, los capitales extranjeros han perdido el miedo a que sus empresas fuesen nacionalizadas o intervenidas por familias cercanas al gobierno de turno.
Brasil y México son los dos líderes regionales en creación de empresas. Hay otros países que los siguen de cerca, como Chile y Argentina. Colombia también emerge como nuevo foco de desarrollo. Y Perú. Pero ninguno de estos países cuenta con la riqueza de Brasil y México. El primero es rico en recursos naturales y líder mundial en biocarburantes; y el segundo cuenta con la ventaja de ser vecino de Estados unidos. Ambos poseen además los dos mayores mercados internos de Latinoamérica.
El éxito de muchos conglomerados industriales de propiedad mixta (privada y estatal) es una de las razones principales del despegue económico de Brasil. Entre sus empresas destacan las vinculadas con materias primas o sectores estratégicos como la energía (Petrobras, Embraer, Cosan), y algunas innovadoras en gran consumo (Natura). Petrobras lidera el ranking de empresas petrolíferas en Latinoamérica, y se sitúa cuarta a nivel mundial. Embraer es uno de los grandes grupos aeronáuticos mundiales.
En México destacan empresas como Cemex, empresa líder en productos y servicios vinculados con la construcción; América Móvil, la cuarta compañía de telecomunicaciones a nivel mundial, propiedad de Carlos Slim; y Bimbo, la mayor líder mundial en fabricación de pan y otros productos de alimentación. Además, México es el principal destino turístico de América Latina, según la Organización Mundial del Turismo. En Argentina, destacan las alimentarias, como Molinos Río de la Plata y Los Grobo, una empresa innovadora en tecnologías aplicadas a la agricultura, y uno de los proveedores de servicios agrícolas del mundo. Por último, en Colombia, el Grupo Nutresa está especializado en carnes, galletas, chocolates, y café.
La lista de los recientes éxitos económicos de las empresas latinoamericanas es más extensa aún, pero nada mejor que las palabras del Rey Don Juan Carlos en la última Cumbre de Estados Iberoamericanos para resumir la situación en los dos extremos del Atlántico: “Iberoamérica está en alza. El Continente crece, se reducen los índices de pobreza y hay una mayor cohesión social. En España hemos visto surgir situaciones difíciles causadas por la crisis económica y financiera. Nuestras miradas se vuelven hacia vosotros. Necesitamos más Iberoamérica”.
Antonio Liébana Díaz-Chirón
Periodista