“No olvidemos nunca que un santo es un pecador que simplemente sigue esforzándose”. Nelson Mandela.
He terminado la lectura del libro, Conversaciones conmigo mismo, de Nelson Mandela. Es de reciente publicación en Venezuela.
A los venezolanos, les recomiendo leer esta obra. Que la mediten todo lo que puedan, porque puede ser de valiosa ayuda en estos tiempos que demandan la reconciliación y la paz en la patria de Bolívar.
Me permito llevarles unos extractos de esta autobiografía.
1.- “Sólo los políticos de sofá son inmunes de cometer errores”. Para evitar muchos de esos errores, el político, principalmente el gobernante, debe reservar tiempo para la reflexión, y si es hombre de fe, creyente en Dios, para la oración sin cesar.
2.- A Mandela, la cárcel – esa larga prisión que duró 28 años – le permitió desarrollar una “fuerza interior” que no tardó en hacerle olvidar sus dificultades, pobreza, sufrimiento, soledad y frustraciones.
Á‰l siente un apego especial por quienes fueron sus amigos en tiempos de penuria. Que, dicho sea de paso decir, son pocos los que quedan en esos momentos.
3.- “Deberíamos estar preparados para emprender cualquier misión… al precio que deberíamos pagar”; principio que rigió su trayectoria política signada por la ardua y difícil lucha contra el apartheid. El llegó a preguntarse si valía la pena el sacrificio de la familia y de sus intereses personales. El decidió servirle a millones de seres de su raza, que eran sometidos a todo tipo de humillaciones, vejámenes e injusticias. Consideró que era la decisión correcta y por ese camino enrumbó su vida política.
4.- A su segundo hijo – después de la muerte trágica del mayor – le recomendó formarse, una buena y excelente educación, porque “a los seres humanos les gusta unirse a alguien trabajador, disciplinado y con éxito”.
5.- “El honor les corresponde a quienes nunca abandonan la verdad. Ni siquiera cuando la situación se pone fea y se complica…” Cuantos prefieren huir, negociar o falsearla.
6.- Su madre le dijo: “Mira, si no te metes con los demás muchachos en política, ¡te desheredo!”.
Alguién dijo “si no te metes en política, esta terminará metiéndose contigo”.
7.- “… sólo mi carne y mi sangre están encerrados tras estas impenetrables paredes. Por lo demás, mis puntos de vista siguen siendo cosmopolitas; en mi mente soy tan libre como un halcón”. “Las armas espirituales pueden ser dinámicas y a menudo tienen un impacto que es difícil de valorar”. Cuando la fe es robusta. Cuando se cree en Dios, el Espíritu Santo habita en lo interno de la persona y se hace poderoso.
8.- “Estoy convencido que el aluvión de tragedias personales no puede ahogar nunca a un revolucionario convencido”. Vive con esperanza, porque para el que lucha por la libertad “la esperanza es igual que un salvavidas para un nadador” (Mandela).
9.- “… un líder… con fuertes convicciones religiosas… cuyo compromiso con el pueblo no tenga parangón”. Esto es Nelson Mandela. Para él, el reto era llevar a los votantes a las urnas.
10.- “… la maldad humana no puede apagar las llamas de la libertad” (Mandela).
11.- Hay que resolver los problemas pacíficamente dialogando con el adversario.
12.- Revolucionarios “que sucumbían con frecuencia a la avaricia, y la tendencia a desviar fondos públicos para su enriquecimiento personal terminaba por superarlos”. Mandela lo lamentó.
13.- En toda comunidad del mundo, hay “hombres buenos que consideran que la paz es el arma más poderosa en la búsqueda de soluciones verdaderas” (Mandela).
Al final de sus Conversaciones…, este símbolo internacional por la justicia dice, que él no fue un santo, ni siquiera partiendo del pensamiento del epígrafe de estas notas.
Para mí, Nelson Mandela es un hombre con alma de santo: Un verdadero líder. De los que hoy, tanto, necesita, con urgencia, la sufriente humanidad.