Sociopolítica

NICARAGUA: ENTRE LA DICTADURA Y LA DEMOCRACIA.

arbustos-y-basura Las cuestionadas elecciones municipales de noviembre del año recién pasado, 2008 fue el
detonante para que la Comunidad Internacional suspendiera algunos fondos de financiación
del Gobierno de Nicaragua encabezado por el matrimonio Ortega – Murillo y amparado por el Pacto Ortega- Aleman. Entre ellos; la cuenta Reto del Milenio de los Estados Unidos de
América y la Unión Europea.

Pero no solamente es eso; el Gobierno del Presidente Ortega está orientado a trabajar para asegurar la reelección del mismo y sobre ese objetivo estratégico ha venido desarrollando toda una política estatal de restricción del pluralismo político cancelando las personería jurídica de 2 partidos opositores al gobierno: el Movimiento Renovador Sandinista (MRS) y el Partido Conservador (PC); cambios importantes en los mandos de la Policía Nacional y del Ejército de Nicaragua para asegurar la lealtad partidaria de sus
principales jefes; persecución de la prensa libre y de las organizaciones no gubernamentales que no comulgan con la línea oficialista gubernamental; manejo discrecional de los fondos del ALBA (Proyecto del Presidente de Venezuela Hugo Chavez para contrarrestar los TLC con USA). En el ejercicio del poder; el partido de gobierno controla 3 de los 4 Poderes del Estado (el ejecutivo, el electoral y el poder judicial) y la Asamblea Nacional es un campo de batalla entre la dignidad y buen actuar de unos pocos diputados y la corrupción de una mayoría que a la hora de «repartirse el pastel» no dudan en ponerse bajo el mismo alero.

Para que prospere la re-elección de Ortega han diseñado 2 estrategias:

1. Cabildear para una reforma constitucional en la que se modifique el artículo relacionado con la no re-elección presidencial.

2. Cabildear para una reforma constitucional en la que se cambie el Sistema Repúblicano Presidencialista por uno de corte parlamentario con un primer ministro que haga las veces de Jefe de Estado.

Nicaragua ha sido de tradición republicana presidencialista y cambiar el sistema de gobierno no va a ser tan fácil como pretende el gobierno.

De momento, las organizaciones sociales no oficialistas tratan de mantener los espacios de denuncia y opinión, lejos aún de constituir una verdadera alternativa de tercera vía contra el Pacto Ortega – Aleman.

Nicaragua está entre una dictadura de nuevo cuño y la democracia reciente.

F. Saavedra A.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.