Las mujeres en las comunidades indígenas de Nicaragua juegan un papel vital en la vida diaria, tomando decisiones sobre asuntos que van desde temas familiares y financieros hasta los cultivos que hay que sembrar. Pero hay un área que sigue siendo considerada como del dominio de los hombres: La gestión de los bosques.
Hay señales de que esto está empezando a cambiar lentamente, con instituciones gubernamentales vinculadas con los recursos naturales que están expresando interés en incorporar la perspectiva de género, dijo Anne Larson, una de las autoras del informe Género y bosques en los territorios indígenas de Nicaragua del Centro para la Investigación Forestal Internacional.
Además de analizar las leyes y políticas nacionales y regionales, Larson y el equipo de CIFOR en el Instituto de Investigación y Desarrollo Nitlapan, han estado trabajando en los bosques de la Región Autónoma del Atlántico Norte (o RAAN) para intentar acelerar el avance de las cosas.
“Este es un momento especialmente emocionante para estar involucrado, porque las comunidades indígenas de la RAAN están recibiendo títulos de sus tierras y tienen que consolidar nuevos acuerdos de gobernanza para gestionar territorios grandes de múltiples comunidades”, dijo Larson.
También ocurre en un momento en el que las preocupaciones por la gobernanza de los recursos naturales son de primordial importancia.
“Así, tenemos una oportunidad de ayudar a promover el liderazgo responsable y una mayor participación de la comunidad en general – preocupación que sabemos se ha manifestado prácticamente en todas las comunidades en las que estamos trabajando – así como también la participación de las mujeres”.
Durante décadas los estudios han demostrado que las mujeres a lo largo del globo son usuarias mucho más activas de los recursos forestales que lo que tradicionalmente se ha asumido. Al igual que en otras áreas su participación rara vez ha sido plenamente reconocida, en parte porque ellas no forman parte del sistema político arraigado, en el que los hombres han tenido las riendas del poder hace mucho tiempo.
Esto también es verdad en Nicaragua.
Los proyectos que insisten en la ‘participación’ de las mujeres – cuando esta se limita frecuentemente a su presencia física – probablemente no logren una gran diferencia.
A pesar de que en años recientes sus leyes y regulaciones empezaron a promover la igualdad de género, carecen de acciones específicas que aumentarían su participación en diversos asuntos, especialmente aquellos que se relacionan con la gestión de los bosques.
“El gobierno ha mostrado interés en incorporar las opiniones de las mujeres, pero necesita apoyo para encontrar mecanismos efectivos para que se las tome en cuenta” dijo Xochilt Hernández, otro de los autores del informe.
“En ese sentido, la implementación de proyectos que insisten en la ‘participación’ de las mujeres, cuando esta se limita frecuentemente a su presencia física, probablemente no logre una gran diferencia”.
“Lo que realmente se necesita es una nueva visión para la gestión de los bosques, que le de voz a todos los miembros de la comunidad que resulta beneficiada”.
“Y para que esto suceda, las instituciones gubernamentales y otras que vienen de fuera necesitan empezar a pensar seriamente acerca de sus acciones y de sus propios supuestos de género con respecto a los bosques”.
¿Puedes escuchar a las mujeres?
La Región Autónoma del Atlántico Norte en Nicaragua fue establecida en 1987 como parte de los esfuerzos para otorgar el reconocimiento legal a los derechos colectivos ancestrales de la tierra. Además de contar con 40 por ciento de los bosques del país, la región tiene algunos de los municipios más pobres y menos accesibles.
Las autoridades regionales han promocionado el manejo forestal en la comunidad, pero el énfasis se ha puesto totalmente en la madera. Si bien las mujeres frecuentemente toman decisiones acerca de la venta comercial de madera, carbón y otros productos – y de la manera en que se debería gastar ese dinero – han tenido poca o ninguna participación en las decisiones sobre la gestión forestal, dice Hernández.
Dijo que “simplemente no estaban siendo escuchadas”.
En las comunidades de la RAAN, donde las tasas de analfabetismo están muy por encima del promedio nacional, las normas con las que las personas estaban administrando sus recursos no estaban ni escritas ni sistematizadas. Para hacer las cosas aun más inciertas, debido a que se trata de comunidades indígenas, existe una superposición en la ley entre los marcos legales formales y las normas tradicionales de la zona.
“Varias de las comunidades solicitaron ayuda al proyecto para poder redactar normas internas y comunitarias claras y para sistematizar la ley interna dentro de las comunidades”, dijo Hernández.
“De esta manera contarán con un punto de referencia que los ayude en el futuro en caso de controversias territoriales”.
Determinando el futuro de sus tierras
El trabajo continúa, pero ella y su equipo ya pueden ver cambios en las maneras en que las mujeres están tomando parte en la determinación del futuro de sus tierras.
“Hemos visto que más mujeres se están involucrando en reuniones de la comunidad y más mujeres están exigiendo espacios para aprender acerca del bosque”, aseguró.
“Han estado reflexionando sobre cuáles han sido los obstáculos que han enfrentado para aprender más acerca de la extracción forestal. Están asistiendo a talleres de trabajo y están hablando sobre temas como el manejo de áreas protegidas”.
“Hace un año, veíamos mayormente que sólo los hombres expresaban sus ideas y participaban”.
Cristina Manfre, autora de una guía de CIFOR publicada el año pasado titulada Integración del género en la investigación forestal, establece los numerosos pasos que pueden tomar los investigadores para asegurar que las perspectivas de género se incluyan en su trabajo.
“A medida que uno avanza a escalas más grandes de gobernanza, se hace más difícil mostrar la existencia del vínculo con el género, y cada vez hay menos investigación al subir en la escala de gobernanza”, mencionó.
“A pesar del reconocimiento generalizado de que la integración del género en nuestro trabajo es importante, las personas todavía no siempre saben lo que esto significa o como hacerlo”.
Para mayor información acerca de la investigación sobre género de CIFOR, presione aquí.
Este trabajo forma parte del Programa sobre Bosques, Arboles y Agroforestería de CGIAR y contó con el apoyo de la Agencia de Desarrollo Austriaca y la Fundación Ford.
Zoe Cormier
blog.cifor.org
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