Una de las cosas que más le reprochaba el Gobierno socialista al actual Presidente del Gobierno era que hablaba demasiado, cuando debÃa estar callado, porque las agencias de calificación utilizaban cualquier pronunciamiento para subir la prima de riesgo.
Para ser su primera cumbre europea la metedura de pata ha sido de lo más desastrosa, al comunicarles a otros Presidentes de Estado y de Gobierno, huelgas y demás catástrofes laborales por las duras medidas que tiene intenciones de realizar en los próximos meses.
Pero lo que más llama la atención no es su falta de liderazgo, que ya la conocÃamos todos los españoles (de aquà que sus valoraciones nunca llegaran al aprobado), es que lo que durante dos legislaturas proclamara que eran decisiones negativas, que no daban resultado, ahora las acepte justificándolas como algo necesario y  que está obligado a hacer.
Todos recordamos cuando el Gobierno socialista aumentó la edad de jubilación, sus crÃticas fueron del tipo “Para mantener la solvencia de la caja de pensiones solo hay que crear empleo que contribuya con sus cotizaciones a su viabilidadâ€. Ya se habla de volver a subir la edad laboral y del tan aireado Plan de Empleo que decÃa tener, solo hemos escuchado a la Alcaldesa de Madrid que nos habla de “Los trabajadores sociales que sean voluntarios para no pagarles 
Sà estoy de acuerdo absolutamente en que los recortes sociales, necesariamente aumentan el paro aunque disminuya la deuda del Estado. Hay que elegir. El desempleo lleva a la ruina a los trabajadores españoles y buena parte de los trabajadores europeos, Francia ya ha llegado a los 3 millones, solo se salva Alemania, la gran beneficiaria de las decisiones de una mayorÃa europea de derechas (17 Gobiernos que hacen lo necesario para que el poder siga en manos de la patronal, mientras los trabajadores en cada convenio laboral claudican de sus derechos una y otra vez).
Un pequeño ejemplo: Las multinacionales (incluidas algunas españolas) ponen sus fábricas en paÃses donde los costes salariales son de miseria para obtener mayores beneficios, beneficios que van a los paraÃsos fiscales, algo que se podrÃa controlar y estimular para que vuelvan a sus paÃses de origen, pero la derecha europea nunca tomará decisiones que le cuesten la pérdida de apoyo de los más ricos.