Ciencia

No es Machismo… Es Pudor!!!

Hace poco, distraído frente al televisor con mis acostumbrados partidos de fútbol domingueros, me tomaba una «cervecita»; y sentía una alegríainconsciente que se manifestaba de forma curiosa: me reía solo, cavilaba y me regocijaba de ser un hombre afortunado; tengo una hermosa y abnegada esposa, que me quiere como si me hubiera parido por cesárea, cinco hijos que son mi más grande orgullo y una profesión que me colma de satisfacciones permanentes, pero justo cuando, perdido en mis cavilaciones, enumeraba «la salud» como otro de mis dones, terminó el primer tiempo del partido y como dedicado especialmente para mí, con el único propósito de arruinar el estado de gracia en el que me encontraba, apareció un comercial del cáncer de colon y la forma medieval, indecente y despreciable del examen para diagnosticarlo, se me borró la risa, me dio un escalofrío que me recorrió la espalda y me sentí infeliz!!! recordé que aún NO me hago ése ni el de la próstata; el hermano bastardo del primero, tan indecente, medieval y despreciable como él.

Según los médicos a los 40 años hay que hacerse el examen de la próstata y como a los 50 el del colon; imagino que la razón de separar uno de otro por 10 años tiene más que ver con motivos «psicológicos» que «físicos» porque el dolor que causa ese dedo revoloteando tu honor no es más cruel que la carga psicológica y el bochorno de perder la virginidad ante un dedo extraño, que por cierto, ¡SIEMPRE SON GRANDES!. Y es que acaso ya no hay proctólogos de dedos pequeños?.
Desde muy joven siempre imaginé el recto (el culo, para algún lector que no conozca el término técnico) como una de esas puertas de almacenes que sólo abren en un sentido; con letreros que dicen «solo para salir» pero cuál es mi sorpresa que cuando tengo 30 años se aparecen con un innovador examen de próstata que dizque hay que hacérselo antes de los 40 años, y por la puerta clausurada, coño!! no pudieron esperar un poco más y publicar ese insólito examen cuando ya no importara si tengo arañas allí.
En fin, si hay que hacérselo por recomendación médica y para no morir de cáncer, bien!!! lo pensaré pero primero pido al que sepa, que me envíe el nombre de una proctóloga (una mujer) con dedos desnutridos y vocación de monja para hacerme el trauma más piadoso. Un conocido me contaba en Panamá que ambos exámenes se los hizo el mismo día, decía que no era como imaginaba, que todo fue fácil, cómodo y placentero; me extrañó mucho los adjetivos que usó para algo que a mí me parece tan indigno e impropio; me quedé con esa inquietud hasta que meses después entendí la razón de su «placer», mi amigo y su doctor se habían enamorado y estaban planeando un viaje a Europa para casarse en los Campos Eliseos, en Francia, no sé si con traje blanco… no creo. Imagino que el romance empezó con el examen.
Bien, entonces qué? esta nota por supuesto no es para desalentar a nadie, claro que no!!. Corran a hacerse sus respectivos exámenes, compren el mejor lubricante del mercado y salven su vida; yo, la verdad, creo que seguiré cavilando en mi sillón con mi cerveza, viendo mi partido de fútbol, alegrándome de tenerlo todo para ser feliz; esperando que la ciencia de la investigación del recto (culo) se vuelva más virtual para no poner en riesgo algo que atesoro más que a nada. Así que «ni ñinga», como decía mi viejo…moriré virgen y espero que no de cáncer para no darle esa satisfacción postrera a esos médicos de largos y gruesos dedos.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.