Si los ciudadanos y ciudadanas nos preguntamos: ¿en un país democrático puede un Presidente del Gobierno faltar a la verdad ante la representación del pueblo, y por ende a ante todos los españoles, sin “dimitir” al aparecer los documentos que confirman, que faltó a la verdad?
La publicación en portada del Diario El Mundo de la nómina del Sr. Bárcenas y su carta al Presidente poniéndose a su disposición, deja en evidencia la versión del Presidente en su comparecencia Parlamentaria, en la que debía hablar de corrupción y calmar los ánimos de los españoles.
Ante semejantes pruebas periodísticas, que deben ser confirmadas, la pregunta sería ¿Existe la ética política en nuestro país?
¿Qué credibilidad puede tener un Presidente del Gobierno ante sus colegas europeos, cuando aparece en toda la prensa internacional semejante información?
La tercera pregunta podría ser: ¿Puede un grupo popular mayoritario seguir apoyando un Gobierno cuya estabilidad depende de las ganas de hablar y presentar pruebas un señor en prisión preventiva, sin sonrojarse delante de su electorado?