Nos va a costar trabajo olvidar el ya famoso: “Que se jodan†que la diputada Andrea Fabra pronuncio con gran orgullo y cierta rabia, cuando Mariano Rajoy comunicaba la reducción del 60% al 50%, a partir del sexto mes del de la base reguladora de las prestaciones percibidas por desempleo.
Lo preocupante del asunto, es que no ha habido ni siquiera una muestra del más mÃnimo arrepentimiento en el comportamiento de la diputada, y todos sabemos perfectamente a quien iba dirigido. Cuando Rajoy termino su discurso, su partido lo arropo con grandes aplausos, como si hubiera anunciado una de las mejores noticias sobre economÃa, desde luego no falto la retórica en el PP, diciendo que: “los aplausos eran de apoyo a nuestro lÃderâ€, y se pueden citar muchos ejemplos más.
Viendo la falta de empatÃa y de remordimiento, y las continuas muestras de soberbia que están manifestando los que nos gobiernan, no se puede impedir que la ira haga presa de nosotros, como cuando se comete un infame crimen, y los culpables salen a la calle esbozando una sonrisa, como la de un psicópata.
La mayorÃa de la gente cree que la imagen del psicópata, es la de un sádico o un asesino compulsivo que no para de matar, pero no siempre es asÃ, muchos de los psicópatas que hay, se encuentran en la oscuridad, y pasan desapercibidos para la mayorÃa de nosotros, suelen ser personas muy poco sociables, e introspectivas, salvo que el ambiente que los rodea les obligue a comportarse de una manera completamente distinta, mostrando una gran adaptación, servida por su gran inteligencia.
El doctor Hervey M. Cleckley fue uno de los principales pioneros sobre la investigación en psicopatÃa, en 1941 publico el libro: La máscara de la cordura, en él se encuentra una lista con 16 principales sÃntomas que suele tener un psicópata:
1. Encanto superficial y buena inteligencia.
2. Ausencia de ideas delirantes y otros signos de pensamiento irracional.
3. Ausencia de nerviosismo o manifestaciones psiconeuróticas.
4. Falta de fiabilidad.
5. La falta de veracidad y falta de sinceridad.
6. La falta de remordimiento y la vergüenza.
7. El comportamiento antisocial inadecuadamente motivado.
8. Falta de juicio y el fracaso para aprender por la experiencia.
9. Egocentrismo patológico e incapacidad para el amor.
10. La pobreza general en las principales reacciones afectivas.
11. La pérdida de conocimiento especÃfico.
12. Falta de respuesta, en general, las relaciones interpersonales.
13. Una conducta fantástica y objetable, después de beber y a veces aún cuando no esté bebiendo.
14. Amenazas de suicidio que rara vez se llevan a cabo.
15. La vida sexual impersonal, trivial y mal integrada.
16. El incumplimiento de cualquier plan de vida.
La pregunta clave es: ¿Cuántos de nuestros polÃticos tienen estos sÃntomas?, (seguro más de uno) si es asÃ, ¿no deberÃan los polÃticos someterse a un examen psiquiátrico antes de presentarse como candidato , dado que ese polÃtico al fin y al cabo es el que habla por nosotros y nos representa en un lugar llamado el congreso?.