Ciencia

Noventa y cuatro trasplantes de órganos en 72 horas, gracias a 39 donantes

Trasplantes son vida

Noventa y cuatro trasplantes de órganos en 72 horas, gracias a 39 donantes.

Ocurrió en España entre los días 23 y 25 de Noviembre de 2011, y constituye un récord mundial de intervenciones de extracción y trasplante de órganos en un país, batiendo la marca que ya ostentaba la propia Organización Nacional de Trasplantes (ONT). No es fruto de la casualidad.

El modelo español de donación y trasplantes de órganos es copiado en todas partes del mundo por sus extraordinarios resultados. El sistema de donación, la calidad técnica de los profesionales, una legislación pionera, y un sistema de coordinación de las intervenciones público y equitativo lo permiten.

Las claves del éxito hay que buscarlas analizando el propio proceso del trasplante. Tiene tres componentes: una persona que necesita un órgano, otra que se lo puede donar (un donante) y una infraestructura sanitaria que los ponga en contacto y haga posible la intervención.

En primer lugar, cuando un enfermo presenta un fracaso de uno de sus órganos y reúne los requisitos necesarios, entra en una lista de espera de trasplante. Este listado es gestionado a nivel nacional en base a los más estrictos criterios clínicos y de viabilidad de los injertos, y asegura que TODOS los candidatos a ser trasplantados en el territorio nacional tendrán la misma oportunidad de recibir el órgano que necesitan, independientemente de su posición social, o capacidad económica. Para escalar posiciones, el único criterio que se contempla es un fracaso orgánico severo y agudo (denominado código 0), con riesgo de muerte inminente.

En segundo lugar, la legislación sobre donantes en España es una de las más avanzadas del mundo. De una parte, el donante no obtiene absolutamente ningún beneficio económico por sus órganos bajo ningún supuesto. Y, por otra parte, salvo renuncia explícita, TODOS los fallecidos en el territorio nacional son potenciales donantes. Todo fallecido por parada cardiorrespiratoria o muerte cerebral en un centro sanitario es candidato a donar. Existe un registro de voluntades anticipadas que permite a cualquier individuo expresar la voluntad de donar los órganos, si se dan las condiciones pertinentes. Esto facilita la toma de decisiones a los profesionales, e incrementa enormemente el número de órganos disponibles para las personas que los necesiten. Para órganos pares, como los riñones, los regenerables, como la médula ósea, o los que se desechan, como la sangre de cordón, existe regulación específica de donación en vivo.

El tercer aspecto clave es el técnico. Pero que algo sea posible técnicamente no es sinónimo de que se haga si no cuenta un último factor ajeno al propio proceso del trasplante: la financiación. Que de 39 fallecimientos en toda la geografía de un país resulten 94 operaciones exitosas de trasplante en sólo tres días requiere una enorme cantidad de recursos: deben estar dispuestos para actuar a cualquier hora del día y de la noche, durante todo el año, los que confirman el fallecimiento del cadáver, los que atestiguan la irreversibilidad, el equipo quirúrgico regional entrenado en la extracción de los órganos con las máximas garantías, helicópteros para el traslado inmediato, espacios aéreos reservados, ambulancias, el equipo entrenado en la implantación del nuevo injerto, y un sistema de salud que sea capaz de cuidar al enfermo antes, durante y después del trasplante. En España, todo esto lo cubre el sistema sanitario público y no tiene costes adicionales para el enfermo trasplantado. Sólo si se financia adecuadamente el sistema sanitario es posible hacer posible algo tan grande como un sistema nacional de trasplantes eficaz.

La historia de los trasplantes es un auténtico relato épico de las victorias del ser humano contra nuestra condición de meros mortales. Desde el primer trasplante de una córnea a principios del siglo XX hasta la actualidad hemos recorrido un largo camino de éxito científico, aderezado de solidaridad. Hemos logrado que una parte de nosotros viva más allá de nuestra muerte, que nuestras células trabajen junto a las de otro semejante para construir una nueva vida de hombre. Y lo más hermoso es que hemos demostrado que la mejor manera de hacerlo es sin esperar nada a cambio por ello.

Teodoro Martínez Arán

Médico

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.