He pasado todo el martes dando tumbos de acá para allá en búsqueda de nuevos horizontes profesionales pero, la crisis cierra muchas puertas, todo esta con una especie de calma triste que indica que todo no va del todo bien, y para terminarlo de arreglar el próximo catorce de febrero es el día de los enamorados, una festividad que no termino de entender demasiado bien, soy de los que piensan que el amor se tiene que demostrar día a día sin atender al calendario. El amor es como un trabajo tienes que esforzarte día a día para mostrar interés.
El sábado cuando lleguemos a la radio nos tocara hablar de amor, cosa que en tiempos de crisis también sufre o se resiente.
Para ser martes casi hubiera preferido saltar directamente al miércoles porque es uno de esos días en los que todo sale del revés.
Mientras veo como la ciudad parece mas triste que otras veces, mañana me lanzare a buscar la alegría por todos lados hasta que de con ella, porque creo que es más sencillo ser feliz que ver claro el terreno laboral.
Mientras la radio vuelve a insistir con que hay que llevar a tu pareja si la tienes al cine y a cenar o hacerle algún regalo para mostrarle tu amor y si la olvidas demostraras que no la quieres.
Son las ocho y media de la tarde en cuanto acabe de preparar el programa del sábado, pienso huir de la crisis zambulléndome en la lectura, apagare el celular y esperare a mañana a que las nubes que hay en mi cabeza escampen y vea todo algo mas claro porque para terminarlo de arreglar, me encuentro dolorido por la humedad, sinceramente hay días en los que todo sale justo del revés, al menos le puedo echar la culpa a la crisis.
A ver si mañana se da mejor.