La correlación de fuerzas en el campo de los medios de comunicación social durante los años de las crisis política y económica de Panamá en 1989, arrojan luces del papel de la opinión publica en el posicionamiento informativo de los ciudadanos. En este sentido una campaña informativa en medios comunicacionales de la prensa, radio, tv y digital, tienen efectos considerable en la percepción publica, por las formas y mensajes de la cobertura de los medios noticiosos mundiales de unos sucesos determinados.
Es importante destacar que los medios comunicación mundiales tienen una importante influencia en la percepción ciudadana en todo el mundo; las corporaciones que poseen a los medios de comunicación occidentales pueden – y lo hacen – en establecer una cobertura sistemática sobre una figura o hecho. Esta cobertura se intensificara con objeto de los intereses en pugna.
Es así como Associated Press, ACAN-EFE, UPI, Reuters, Agence France Press, etc., quienes controlan el 90 % del flujo de información global, destacan sus corresponsales en un lugar especifico para informar de un hecho o personaje en especial.
De igual manera los más importantes diarios norteamericanos, como The Washington Post, The New York Time, The Miami Herald, The Wall Street Journal, Newsweek, U.S. News & World Report y Washington Times, aunado a las cadenas noticiosas norteamericanas CNN, ABC, NBC y CBS, más casi toda la prensa y medios internacionales de Europa, del mundo occidental y otras partes del mundo, se puede ver abocados a dar cobertura especiales sobre acusaciones contra una personalidad, organización ó Estado.
En Panamá, durante los años de Manuel Noriega, en medio de las protestas que se estaban generando en ese país, polarizado en un conflicto socio-político en medio de la campaña electoral de 1989, se estableció convertir a este país en blanco de la mirada mundial. La Asociación Internacional de Estudios de Opinión Pública, con sede en Nueva York, reveló el 14 de junio de 1987 que 26 periódicos en el ámbito mundial habían publicado editoriales contra Noriega.
De la misma forma cuando se estaban dando las protestas y su consiguiente represión policial en la ciudad de Panamá, la cobertura de los canales de televisión panameños, en especial el Canal 13 de Televisión, cuyos periodistas también fueron reprimidos, motivo a generar un clima contrario el ex ‘hombre fuerte’ de Panamá.
Igual desempeño el diario panameño La Prensa quienes obtuvieron las primeras declaraciones de Roberto Díaz Herrera en contra de Noriega, desarrollando un rol opositor en la cobertura general en aras de hacer eco de las denuncias contra el gobierno panameño de esa entonces, y provocando en contadas ocasiones el cierre del diario, demandas legales, represión policial contra sus reporteros y agresiones contra ese medio por parte de simpatizantes del gobierno del PRD.
El clima de opinión contra el régimen panameño que fue derrocado con la invasión militar norteamericana de 1989 (con miles de muertes y destrucción material, pero posterior recuperación en formas democráticas), se observo claramente al gobierno el perder una ‘guerra de información y contra-información’, sobre todo por la incapacidad de posicionar un mensaje claro que genere un clima de confianza sobre sus hechos en funciones publicas, es decir, que genere credibilidad fiable a los ciudadanos del país – y a los de todo el mundo, que miraba la cobertura de los acontecimientos.
En la era moderna toda las formas de campañas (informativa, empresarial, política y militar) posibles o necesarias, se han de definir en la psiquis colectiva de las personas que conforma la ciudadanía nacional – e incluso mundial: sectores empresariales, profesionales, trabajadores, organizaciones sociales y civiles, comunidades, etc., quienes determinan en aceptación por convencimiento a la elección de la soberana voluntad general sobre el curso a tomar en la dirección del Estado y de la sociedad. Aquel que tenga la fe de los pueblos, tendrá la llave del mundo.