No es que sea la única revolución pendiente (de la que voy a hablar hoy). España , está llena de revoluciones pendientes. Esto pasa por empezar muchas cosas y no terminar ninguna – un dicho dice que quien mucho abarca , poco aprieta-. Yo no se si fue antes el huevo o la gallina. A mi francamente, no me gusta el cariz que las cosas llevan desde hace mucho tiempo. Y no me gusta porque los problemas, cuando no se solucionan en su día y momento, llegan a hacerse gigantescos, adquiriendo tal magnitud que nos terminan asfixiando y luego resulta que de aquellos polvos estos lodos.
Leí en prensa que en Málaga la fiscalía va a demandar al SAS (Servicio Andaluz de Salud), por el hacinamiento en que se encuentran los enfermos mentales, y no me extraña nada esto.
El enfermo mental, además del estigma social de loco, es sin duda alguna, mejor dicho son, los parias; la casta intocable de la salud pública. Los que ya somos viejos en el sistema sanitario español, podríamos contar historias espeluznantes sobre atropellos inimaginables al enfermo mental en los centros donde antes se les hacinaba. Pero hoy no va la cosa por ahí y mejor sería dejarlo para ocasión mas propicia.
Para terminar con este tipo de cosas y humanizar la situación del enfermo mental, se decidió cerrar los manicomios.
En el año 1.986 se hizo la famosa reforma psiquiátrica del 86. Se hizo de tan exquisita manera que, las familias avisadas del inminente cierre, algunas de ellas; fueron a recoger a su loquito y allá se buscó la vida cada cual como pudo.
Atrás quedaron las comidas saladas y los botijos llenos de agua y haloperidol, que con avidez consumían en las calurosas tardes veraniegas andaluzas los internos de algunos centros.
Por fin se había humanizado la psiquiatría Pero como solemos hacer las cosas a medias, resulta que quedaron muchos internos a los que nadie reclamó ni nadie fue a buscar. Pero como se había hecho la reforma y los manicomios ya no existían, algo había que hacer con aquellas criaturas.
Me consta que a algunos de ellos (yo no podría decir a cuantos) se le aplicó la muy humanitaria ley de dejarlos en plena calle, abandonados a su suerte. Digo esto por que estando en el ejercicio de mi profesión , tuve ocasión de conocer a alguno de ellos y saber de su triste historia. Desde luego donde yo los conocí no podían estar mejor atendidos ni mejor cuidados. Estoy seguro, porque lo vi con mis ojos, que muchos recibían mas cariño que si hubiesen estado con sus propias familias.
Ahora leo lo que antes dije, y no puedo dejar de pensar en lo que cuento. Pero ya vuelven a estar hacinados, ¿otra reforma psiquiátrica?
Miren, las enfermedades mentales van en aumento y van a ir aumentando más rápidamente. De todos es sabido que hoy, algunos jóvenes presentan patologías mentales que hace unos años eran dificilísimas de ver a esa edad . Hoy, el consumo de drogas y sustancias psicotrópicas, están acelerando la aparición de patología mental a edades muy tempranas.
El sistema de salud hace aguas por todas partes. Los recortes presupuestarios son enormes y el enfermo mental lo es de por vida y requiere mucha asistencia.
Por otra parte ex magistradas y demasiados «ex» pidiendo la libre y total legalización de TODAS las drogas. ¿Que pretenden?
De aquí a nada se hará otra reforma psiquiátrica.
¿Y para cuándo la siguiente?