Para quien haya visitado las costas de Chile, puede dar Fé de su maravilloso paisaje:  todo es azul, una fina lÃnea al final del horizonte que el oleaje desdibuja y lleva hasta la orilla de la playa, como una sutil, blanca y burbujeante espuma; de ahà su nombre “Océano PacÃficoâ€. Sin embargo, la relación Hombre-Mar, en términos económicos, ha hecho de nuestros mares un “grito silenciosoâ€, pues, inspirados en  la «Ley Longueira» las redes industriales se harán a la mar en busca de su tan atesorada cuota pesquera.
Sobre  la Ley de pesca chilena, podemos decir  como ciudadanos, que cambia cada cierto tiempo:  Dicha Ley permanece vigente algunos años,  y una vez vencido el tiempo de su vigencia, de nuevo alguien la reescribe, y la presenta a los legisladores, quienes la aprueban teniendo como enfoque la macro-economÃa.  En esta ocasión, Pablo Longueira, actual Ministro de EconomÃa, Fomento y Turismo, es quien ha presentado este nuevo  proyecto de Ley sobre la actividad pesquera de Chile.
El principal cuestionamiento a esta Ley, es que entrega la explotación de la fauna marina, por 25 años, a siete familias: Angelini, Sarkis, Stengel, Cifuentes, Jiménez, Izquierdo y Cruz; un inexpugnable bastión económico dedicado a barrer el fondo del mar por estas latitudes del PacÃfico.
Las aristas de la Ley Longueira se topan con lo medular de la Ley Hinzpeter que prohÃbe las manifestaciones sociales.  Y roza la  puerta giratoria de la Ley de Medioambiente, escrita para proteger la biodiversidad y ecosistemas tanto terrestres como marinos, y fomentar un aprovechamiento racional de los recursos, y asà asegurar su permanencia y capacidad de regeneración; sin embargo, en la práctica, no es asÃ, pues la Ley Longueira  impide un desarrollo sustentable de la actividad pesquera tanto de industriales como de  artesanales,  genera un negativo impacto ambiental en los ecosistemas marinos, y una permanente NO PAZ ciudadana, pues enfrenta en esta  lucha desigual a los pescadores industriales con los pescadores  artesanales,  por lo que concluimos con tristeza, que a nivel de gobierno se toman decisiones que generan descontento y tensión Social,  y un daño  irreversible al medio ambiente si no se actúa a tiempo.
Para saber la verdad de estas afirmaciones, viajamos a la caleta de Duao, y preguntamos a los pescadores artesanales, cómo les afecta la nueva Ley, y estas fueron sus declaraciones:
“…Vamos a seguir perdiendo. Que la Ley Longueira nos dé un beneficio a nosotros, los artesanales, porque siempre se está viendo la economÃa a nivel nacional. Sólo aquà en la región somos diez mil artesanales, y sólo aquà en Duao son 100 botes, más o menos 500 pescadores, más los cargadores, los polleros; las familias que dependen de esta actividad. Pedimos que se elimine la pesca de arrastre de fondo. Sabemos que la Ley Longueira tiene más de 900 artÃculos que favorecen y desfavorecen, con una vigencia de 25 años. Hay que cuidar los recursos del mar, por ejemplo, la merluza está en peligro de extinción. Nuestra cuota por cada bote son dos cajas diarias.  Nos alcanzarÃa con diez cajas diarias. Además dependemos del clima y de la fluctuación de los precios. Con una caja debemos sacar los gastos de combustible, mantención del bote, tirada a bueyes o con tractor del bote desde el mar hasta la orilla, comida, y de ahà recién las ganancias.â€
¿…Porqué los artesanales están en contra de la pesca de arrastre de fondo que realizan los industriales?
“Porque la pesca de arrastre de fondo, arrastra todo, y destruye las algas, y el ecosistema y biodiversidad marina.  …Los industriales pescan a 200 metros de profundidad dentro de las cinco millas legales de los artesanales. Ahora la nueva ley dejó a los artesanales relegados a una milla.â€
¿Les ayudarÃa que hubiera un muelle en Duao?
 “…SerÃa muy bueno que hubiera un muelle en Duao, sólo está el de Constitución, el  de la caleta Maguillines. Si desembarcamos allá,  debemos traer la carga en camión. Pescamos porque acá no podemos hacer proyectos de piscicultura porque es mar abierto. Además, hay que considerar que hace dos años tuvimos un tsunami que destruyó el 90% de las embarcaciones, por lo que todas estas son nuevas, entre donadas y compradas, por Felipe Cubillos; él ayudó a reconstruir nuestra caleta.â€
¿De acuerdo a los años que lleva realizando la pesca artesanal, hay especies en peligro de extinción?
 “SÃ. Ya en el año 2007 hicimos una masiva protesta nacional sobre como la sobreexplotación del mar está provocando la escasez de la merluza, corvina, congrio, jurel, pejegallo. Cada dÃa sale menos, y bajo los estándares permitidos, los peces aún no alcanzan los 26 cm cuando las redes, grandes o chicas los extraen del mar. En 50 años no habrá peces ni para industriales ni artesanales. Longueira, hizo la Ley a gusto de él.â€Â
Concluye, duramente, un pescador de la agrupación de pesca artesanal PROACENTRO, de la caleta de Duao, quien se reserva su nombre.   Y destacamos lo que él sub entiende:  que en general, las polÃticas económicas, fortalecen y privilegian a la macroeconomÃa, dejando vulnerable y a la deriva a la microeconomÃa.
Entonces ¿qué pueden hacer los artesanales para preservar  su actividad de sustento?  si su  contraparte, los industriales, son astronómicamente poderosos en temas de influencias, logrando una vez más, que  la macro economÃa sea  prioridad.
La  Ley de pesca Longueira, a pesar de su contingencia,  con 60 votos a favor, entrará en vigencia el 1 de enero del año 2013.
Y como siempre es bueno tener esperanza, prefiero pensar, que aunando voluntades polÃticas y económicas,  sÃ, es posible, fortalecer la pesca artesanal. Por ejemplo, declarar áreas protegidas,  construir muelles, hacer proyectos de piscicultura en las zonas donde se puedan desarrollar,  porque “…hay que  cuidar los recursos del marâ€, para que en su humilde red encuentre siempre sustento, y  dignidad, el artesanal oficio del “pacÃfico pescadorâ€.