Los paneles solares están asociados a los gases que causan el efecto invernadero
Además son más de veintitres veces más dañinos que el dióxido de carbono
BERKELEY, California – Es posible que los paneles solares no compensen los gases causantes de efecto invernadero que emiten ni hagan disminuir el consumo de combustibles fósiles. Esta información corresponde a un nuevo libro sobre el medio ambiente, Green Illusions, publicado recientemente por University of Nebraska Press, y escrito por el investigador Ozzie Zehner, de la Universidad de California – Berkeley. Green Illusions explica cómo la industria solar ha crecido hasta convertirse en uno de los mayores emisores de hexafluroetano (C2F6), trifluoruro de nitrógeno (NF3), y hexafluoruro de azufre (SF6). Estos tres potentes gases, causantes de efecto invernadero y utilizados por los fabricantes de paneles solares, podrían hacer que el dióxido de carbono (CO2) parezca inofensivo en comparación.
El hexafluroetano tiene un potencial de efecto invernadero doce veces más alto que el dióxido de carbono (CO2), de acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Está fabricado al 100% por humanos y puede permanecer durante miles de años en la atmósfera. El trifluoruro de nitrógeno es diecisiete veces más virulento que el dióxido de carbono (CO2), y el SF6, el más mortífero de estos gases, es también alrededor de veintitres veces más dañino que el CO2.
La industria fotovoltaica es una de las que más ha crecido en cuanto a la emisión de dichos gases, los cuales se están acumulando de manera alarmante en la atmósfera, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA). Un reciente estudio hecho por NOAA muestra que las concentraciones atmosféricas del SF6 se han incrementado exponencialmente. Un documento publicado en Geophysical Research Letters indica que los niveles de concentración en la atmósfera de NF3 se han incrementado en un 11% por año.
“Si la producción fotovoltaica continua creciendo, aumentarán sus efectos colaterales,” afirma Zehner. “Lo que es incluso peor, no existe evidencia de que los paneles fotovoltaicos puedan compensar el uso de combustibles fósiles.” Zehner explica que los subsidios para las energías alternativas mantienen bajos los costos de la electricidad para el sector doméstico, lo cual estimula la demanda. “Es un efecto boomerang,” señala Zehner. “Cuanta más energía alternativa pongamos en la red eléctrica más aumentará la demanda. Históricamente hemos podido satisfacer esa demanda edificando más plantas de combustible fósil, no reduciendo su cantidad.”
En vez de tomar esas medidas, Zehner propone centrarse en los impuestos sobre la energía y en otras medidas de conservación. Afirma, además, que incluso algunas de las más costosas alternativas para tratar el problema del CO2 podrían ser más competitivas que la tecnología actual de paneles solares.
“Si nuestro objetivo es limitar la emisión de CO2, es mejor que redireccionemos nuestro tiempo y nuestros recursos hacia esas otras opciones. Los paneles solares son una estrategia costosa e inútil.” afirma Zehner. “Es difícil encontrar una justificación para incrementar los impuestos a la clase trabajadora con el fin de crear instalaciones de tecnología fotovoltaica de la Edad de Piedra para que los empresarios y la clase rica se beneficien.”
El libro “Green Illusions: The Dirty Secrets of Clean Energy and the Future of Environmentalism“ supone “una audaz mirada a los inconvenientes de las tecnologías limpias y una propuesta para encontrar soluciones alternativas simples”, según Kirkus Reviews.