Se dice que un buen político debe tener como principales valores la humildad y la bondad. La humildad para comprender cuándo los votantes no le quieren. La bondad para entender que por encima de sus ambiciones están los ideales que representa su Partido. La carencia de estas dos cosas en buena parte de los dirigentes del PSOE, son los únicos males que tiene este Partido.
El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig. Foto: Socialistes Valencians
Si ponemos como ejemplo a Ximo Puig comprendemos inmediatamente lo que quiero decir. Cuatro Secretarios de diferentes Federaciones Socialistas han convocado un Congreso, al tiempo que dimitían de la Secretaría…. Pero este señor llegaba a las europeas como candidato del PSPV a la Generalitat Valenciana, se volcó en la campaña con actos por las tres provincias y ha obtenido los peores resultados de la historia de su Partido y lo peores resultados de toda España… Su enrocamiento, tanto en la secretaría general como en su nominación de candidato, resultan incomprensibles y muy lejos de la humildad y de la bondad debida a un Partido que lleva 30 años manteniéndolo en cargos de dirección.
Los candidatos a la Secretaría General del PSOE se devanan los sesos, con propuestas como “Refundación”, “Profundización” ,y muchas otras cosas… ¿Necesita Susana Díaz refundar el PSOE-A para ganar elecciones? Simplemente gobierna con sentido de Justicia, con empatía y con mano dura. El PSOE necesita reafirmarse en su identidad, una identidad que durante 21 años de Gobierno conviviendo con la Monarquía Parlamentaria consiguió los mayores adelantos sociales que nunca habían soñado los españoles.
El PSOE solo necesita “JUBILACIONES” ¿Para cuándo la dimisión de Ximo Puig?
